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EFE

Más de 400 mil niños hispanos quedaron fuera del Censo de Estados Unidos, lo que repercute negativamente en la distribución de servicios sociales y la representación política de la comunidad, reveló hoy la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos Electos y Nombrados (Naleo).

“Un censo preciso es un censo justo”, declaró en conferencia de prensa el demógrafo William P. O’Hare, uno de los autores del estudio, realizado para el Instituto Hispano de Tendencias Infantiles y NALEO.

El estudio “Los invisibles: cómo los niños latinos son dejados fuera del censo nacional” revela que al quedar fuera del censo nacional de 2010 más de 400 mil niños latinos menores de 4 años se produjo un impacto en la asignación de recursos federales a condados y estados de gran población hispana.

California, Texas, Florida, Arizona y Nueva York fueron los principales estados donde hubo un registro incorrecto de los niños latinos.

En California vive el 33 por ciento de los niños no contados (113 mil), principalmente en los condados más poblados, que son Los Ángeles, San Diego, Orange, Riverside y San Bernardino, agrega.

En Texas no fueron censados 75 mil, en Florida 44 mil, Arizona no registró a 32 mil (en su mayoría en el condado de Maricopa) y Nueva York a 21 mil.

O’Hare señaló que la información del censo es usada para la distribución anual de más de 400 mil millones de dólares en fondos federales.

Los distritos escolares también usan los datos para calcular sus presupuestos, dado que más del 25 por ciento de los niños estadounidenses menores de 5 años son latinos y viven en niveles de pobreza.

Otro dato manejado por O’Hare, que reclamó medidas para “sacar de las sombras” a los niños latinos en el censo de 2020, es la proyección de que los menores hispanos representarán en 2050 el 33 por ciento de la población infantil.

Entre las razones por las que no se refleja adecuadamente la cantidad de niños latinos se señala su presencia desproporcionada en lugares considerados difíciles de acceder para los funcionarios del censo, como edificios sobrepoblados o porque pertenecen a familias multigeneracionales y con alta movilidad.

El estudio señala además la falta de dominio del inglés en los hogares, que no hay colaboración por la presencia de indocumentados en el hogar y la existencia de evidencias de que los latinos adultos consideran que los niños no deben ser reportados en el formulario del censo.

“El registro inadecuado de este grupo, de manera persistente, es un problema de derechos civiles”, declaró Arturo Vargas, director ejecutivo de Naleo.

“A menos que estos niños sean incluidos correctamente en el censo de 2020, la comunidad latina continuará teniendo un acceso desproporcionado a servicios públicos y a una representación política justa”, agregó.