Confieso que más de una vez me emborraché y manejé alcoholizada. Incluso, confieso que alguna vez le pegué a un taxi por ir conduciendo ebria. Desde luego que cuando traes en sangre muchos grados de alcohol no sabes lo que haces ni lo que dices.
Esa noche, aseguraba que el taxista había tenido la culpa, incluso quería bajarme a echar camorra.
Por fortuna, mi esposo se bajó y habló con el taxista para tranquilizar las cosas, ahorrándose la pena ajena de mis copas de más. Cosa que agradezco.
Pero, ¿Por qué hablar de mis borracheras, cuando hay otros temas más importantes como la corrupción, desempleo, violencia, inseguridad o la caída del petróleo? Es más, debería estar escribiendo sobre los candidatos a gobernador en el estado y sus propuestas. ¡Esos sí son temas interesantes!
Pero no, hoy decidí hablar de un tema que es muy común en todos, incluso para los abstemios, ya que ellos seguramente sin consumir alcohol, han convivido con personas o amigos que lo han hecho.
¿A qué va todo esto? Al hecho de que hemos convertido en noticia nacional y hasta hecho hashtag lo sucedido a la joven de 18 años, Lorena Daniela Aguirre, mejor conocida como Lady 100 pesos, la cual, el pasado viernes, se dio a conocer mediante un video donde unos policías la detienen por manejar en estado de ebriedad, tras haber impactado su vehículo previamente con otros y posteriormente tratar de sobornar a la autoridad con cien pesos.
Y digo “convertido”, porque su servidora también está hablando de ella, al igual que lo hacen casi todos los medios en el país y las redes sociales, pues saltó a la fama de una manera estrepitosa al grado que varios medios han seguido sus actividades de cerca y hasta le han hecho propuestas, como la revista Playboy.
Esto me preocupa, y no porque sea mocha, sino porque me hace preguntar una y otra vez ¿Qué queremos como sociedad? ¿Cómo es posible que su video se vuelva viral o la información la nota más leída del portal Reforma, cuando tiene conductas que la mayoría rechazamos como la corrupción o el manejar en un estado inconveniente que puede provocar daños a terceros en sus bienes o persona? ¿Por qué no compartimos otros temas de interés que nos ayuden como persona y como sociedad?
Entiendo que tiene un factor a su favor: belleza, pues la joven es guapa. Y si no lo fuera, la noticia no hubiera pasado de un fin de semana.
Es triste que seamos una sociedad morbosa y hasta cierto punto inmadura, además de no ser congruente con lo que hacemos y queremos.
¿Cómo podemos exigirle a nuestra autoridad ejercer la ley, cuando hasta nos reímos porque nos parece una chistosada lo que hace la chica, o simplemente la vemos “buenota”?
El video circula y circula, incluso hasta en las discos, bares y antros ponen el video y avientan billetes de cien pesos. ¿Eso quieren los jóvenes?
Desde luego que habrá quien me diga ¡se están divirtiendo! ¡pues son jóvenes!
Exacto, son los jóvenes que gobernarán mañana, los mismos que aplauden infringir la ley sin importar que se pueden tener consecuencias mayores.
Después de esto, puedo entender cómo funcionarios y funcionarias que viven en el escándalo hoy son legisladores o candidatos a un puesto de elección popular.
Hoy reafirmo que tenemos un presidente elegido por ser guapo así como la frase que tenemos el gobierno que nos merecemos.
Y me atrevo a asegurar que seguiremos igual, a pesar de que nos quejamos tanto y le echamos la culpa a todo mundo.
Al menos no habrá cambio, hasta que nos pase algo a nosotros o a un ser amado; entonces sí, dejaremos de hacer virales noticias triviales, que sólo sirven de distractor, y nos concentraremos en solucionar día con día los problemas en los que vivimos.
Aún recuerdo el día en que choqué. Me da pena confesarlo. Y si mi madre lee esto, estoy segura que me regañaría una y otra vez y bajaría de plano la cabeza para no mirarla a los ojos. Pero siempre hay algo bueno entre todo lo malo. Ese día, mi vida cambió. Y si a veces tomo algunas copas, trato de no manejar y me repito una y otra vez “soy conductor designado” y “alguien te puede estar grabando”.
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