Las elecciones de hoy en Veracruz son las antiguas de siempre, con bajas cualidades democráticas y con definición de no libres; todo el aparato publico y sus recursos para apuntalar al candidato oficial y avasallar al principal opositor. Es la ruta del fraude, de la adulteración de la voluntad popular, de ganar a toda costa, de perpetuarse en el poder a pesar de no dar resultados positivos, de no tener ya nada que aportar. Es insultante el control de los medios, a las maneras anacrónicas y nocivas, ocultando, atacando, inflando; es la receta de siempre, cuidar que no se sepa, que pocos se enteren, que no haya de que hablar, que no se genere opinión, que no se asuman posturas claras e informadas; es lo mas antidemocrático que se puede hacer; como jugando, con cierta gracia, se hace un daño enorme a la causa de la libertad y la democracia.
Los cuestionamientos al candidato a Gobernador Yunes Linares, no son casuales, se dan en el contexto de la campaña electoral, nadie puede llamarse a sorpresas ante tal embestida. Es una operación bien planificada, concertada entre fuertes poderes, con el fin de lastimar su imagen. Aplican la máxima Nazi: una mentira repetida mil veces puede convertirse en verdad. Son cavernícolas. Ha sido inteligente la respuesta del candidato opositor por su inmediatez y eficacia; es víctima de un ataque propio de las dictaduras. El sistema se vuelve opresor cuando los ciudadanos que no le obedecen se convierten automáticamente en sus enemigos, cuando pretenden exterminarlos al menos moralmente al no poder hacerlo físicamente. Antes fusilaban o desaparecían, ahora se conforman con ahogarte en lodo.
A esa perversidad se debe contestar sin vacilaciones, con un consenso de rechazo por su carácter nocivo y antidemocrático; nadie que se precie de ser progresista, demócrata o de izquierda debería dejar pasar la oportunidad de deslindarse y condenar esa guerra sucia. No se requiere mas que ser un ciudadano de bien, decente, para oponerse a esos métodos sucios. Lo que le hacen a uno, ahora, mañana lo harán a otros; no deberíamos permitir que avancen esas fuerzas oscuras, envilecedoras de nuestra vida publica. Hay que ser categóricos en el repudio a esas practicas abusivas. No dejar de hablar y actuar en contra de eso. Que tengan un costo político y el repudio social. Es el colmo que todavía emplazan e intentan exhibir a los ofendidos. Para sanear nuestra vida publica, darnos gobiernos y representantes decentes nadie que opere guerras sucias debería ocupar un cargo de responsabilidad; son un peligro al desarrollar, posteriormente, los mismos métodos a la hora de gobernar. No sirven si ganan con campañas de miedo, con guerras sucias.
Lo que hacen ahora contra Yunes Linares, en otros contextos y circunstancias, lo han hecho siempre contra sus opositores, contra los rebeldes; así ocurrió contra el Ing. Cárdenas en el 88, cuando lo tildaban de traidor a la patria e intentaron acusarlo de divisor hasta de su familia. Después fueron despiadados contra Lopez Obrador, en una espectacular y sistemática campaña de linchamiento que le resto intenciones de voto al presentarlo como «un peligro para México». Esa película ya la vimos, es lo mismo con diferentes objetivos y momentos; es la naturaleza negra del sistema que nos rige. Es el afán de mantenerse en el poder a toda costa, con lo que sea y con lo que cueste; para los grupos de poder el fin justifica los medios, cualquier método es normal para ellos si les reditúa lo que quieren.
No quieren voto libre, informado y reflexivo, no les importa la voluntad popular, no respetan las reglas, ni siquiera las de ellos, no tienen la vergüenza de aceptar opiniones contrarias, se van a la cabeza, descalifican, denigran, destruyen; de esas conductas surgen mil compromisos con fuerzas oscuras y grupos de interés, de ahí les viene la obligación de pagar facturas, de compartir territorios con la delincuencia, de permitir la corrupción. Si ganan con guerra sucia el resultado es previsible, es de inseguridad y corrupción. No queda de otra, no hay mas plazos, es ahora o quien sabe cuando, se trata de rescatar una vida normal para Veracruz, lo que significa buenos Gobiernos, representantes verdaderos y las consecuencias positivas de tener gente capaz y decente. Con la alternancia habrá seguridad, buena administración y se reactivara la economía. La alternancia implica el compromiso con la transición a la democracia, el respeto del pluralismo, fundar instituciones sobre la base del sufragio libre y de la voluntad popular. Para terminar con las guerras sucias, para intentar otra política solo con votos y determinación.
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Recadito: a punto de iniciar campaña por el rescate de Xalapa, con la humildad requerida para representar con eficacia y dignidad a los Xalapeños.