El 20 de abril supimos de la explosión en el Complejo Petroquímico de Pajaritos, al sur de nuestra entidad. Aún desconocemos los efectos que tendrá la población en su salud. Hay voces de ambientalistas que auguran daños a los pobladores y al entorno natural. No lo sabemos, aún no lo sabemos.
Por lo pronto, en entrevista publicada la semana pasada, el Secretario de Salud estatal comentó “Es muy difícil saberlo, no lo podremos saber hasta dentro de un futuro, porque hay leucemias agudas que hasta el momento no se han presentado, porque cuál sería el primer caso, leucemias agudas…si existe verdaderamente un riesgo, ya muchos estarían en proceso”.
Pareciera que al paso de los días todo volvió a la normalidad, pero no es así. La diputada Mónica Robles Barajas dijo tener conocimiento que hay trabajadores hospitalizados en Guadalajara, Veracruz y la ciudad de México, quienes no tienen apoyo para cubrir gastos de familiares que están bajo su cuidado.
“¿A dónde viven?, ¿con qué comen?, se preguntó la diputada, quien advierte que las familias de los trabajadores fallecidos y de los que están heridos no pueden quedar en el desamparo, por ello exhorta a las autoridades federales que investiguen y finquen responsabilidad a quien corresponda para dar todas las garantías a los afectados y sus deudos.”
Esas preguntas aún esperan respuesta. Porque la tragedia nunca viene sola y, esas familias por la que pregunta la legisladora, sin duda lo viven en carne propia.
Robles Barajas pidió a las autoridades estatales y federales realizar una investigación seria, puntual y trasparente para determinar qué originó la explosión en el Complejo Petroquímico de Pajaritos, así como garantías en el pago de indemnizaciones correspondientes a familias de los deudos y apoyo con gastos médicos a los heridos.
“Urge una investigación seria para determinar las causas del accidente y establecer a los responsables para que ayuden económicamente a los deudos, así como a las personas que siguen con problemas de salud y cumplan con lo que establece la ley”.
Finalmente es lo único que pedimos como sociedad: una investigación seria y transparente. Que no se proteja a nadie ni se encubra la verdad. México ha pasado muchas tragedias y siempre nos queda la duda sobre la veracidad de los informes. Creo que ya no estamos en condiciones de aguantar más mentiras.
Es obvio que la explosión no fue sólo por un descuido humano. Quienes tenemos familias en el sur que trabajan en Pajaritos o en la Cangrejera, sabemos en qué condiciones laboran. Basta ver que muchas veces ni tan siquiera el equipo básico de protección se les otorga a los obreros.
No esperemos otra tragedia. Que las instancias responsables supervisen las condiciones físicas de los complejos y plantas asentadas en nuestro estado. Los ductos que atraviesan Veracruz son otro pendiente que debemos atender. Ojalá la muerte ya no huela a petróleo.
Por hoy es todo, les deseo un excelente inicio de semana y un abrazo a las mujeres que son mamás y quienes tienen la fortuna de tenerlas en vida. Nos leemos en la próxima entrega.