George Clooney se convirtió hoy, como se esperaba, en el protagonista de Cannes, con sus opiniones sobre Donald Trump -“no va a ser Presidente porque el miedo no va a conducir nuestro país”-, sus críticas a la poca profundidad de las informaciones y sus bromas continuas con Julia Roberts.
Protagonista junto a Roberts de Money Monster, película dirigida por Jodie Foster que se presentó hoy fuera de competición en el Festival de Cannes, Clooney llegó entre aplausos, desplegó todo su encanto y se ganó a una audiencia, ya entregada por adelantado, sin mucho esfuerzo.
Con traje y camisa negra y una gran sonrisa, el actor empezó por servir agua a todos sus compañeros de la película -estaban también Dominic West, Jack O’Connell y Caitriona Balfe- y besar a la moderadora de la rueda de prensa entre los silbidos de los periodistas.
Y armado con una gran sonrisa no dudó en bromear con Julia Roberts -que se sentó a su lado- y no paró de reír en toda la rueda de prensa y contestar con ironía a la mayoría de las preguntas, aunque se puso serio cuando llegó el turno a la política.
Incluso arrancó aplausos cuando rechazó convencido la posibilidad de que el virtual candidato republicano Donald Trump llegue a la presidencia de los Estados Unidos porque, aseguró, el miedo no va a vencer.
Ni en el tema de la inmigración del que Trump tanto habla, ni en el de las mujeres ni en cualquier otro.
“Trump es el resultado, en gran manera, del hecho de que muchos de los programas de noticias no se meten en la profundidad en las historias”, dijo Clooney, que resaltó que los vídeos con las polémicas aseveraciones del candidato se repiten sin parar, lo que contribuye a su popularidad.
Hay que analizar y profundizar en los temas más importantes, señaló Clooney, que citó el problema de los refugiados -“es la mayor crisis en el mundo ahora mismo” y resaltó que la película que presentó hoy en Cannes pone el dedo justamente en “la desastrosa forma de informar” que hay en la actualidad, en “cómo no entramos en la verdad de las cosas”.
Fue el momento serio de una rueda de prensa en la que bromeó con un periodista que dijo estar frente al futuro presidente de Estados Unidos -“eso lo dice un tipo de Irán, no le hagáis mucho caso”, afirmó- o con los bailes que se marca en la película.
Al ser preguntado por su preparación para esas escenas y después de que una divertida Roberts dijera que quería contestar a eso, el actor reconoció que es muy mal bailarín y que la coreógrafa que le ayudó, incluso le pidió que no dijera que ella había estado implicada en la película.
Pero fue muy divertido porque todos los miembros del equipo tuvieron en todo momento la mente abierta para rodar esta película, precisó Clooney.
A su lado, Roberts participó menos en la rueda de prensa, pero se mostró encantada de trabajar con su amigo y con Jodie Foster -“la seguiría a todas partes”- en una película que es “un sueño hecho realidad”.
Pese a todo, se mostró un poco intimidada por la locura de Cannes, un certamen “maravilloso y una gran celebración del cine”, y aseguró que, en la que es su primera participación en le festival, el único miembro del equipo que tiene estos días más miedo que ella es Jack O’Connell.
Junto a ellos, Jodie Foster recordó que estuvo en Cannes hace nada menos que cuarenta años para presentar Taxi Driver y que en este tiempo, el Festival “es diferente, más caótico y con fotógrafos por todas partes”.
La actriz y realizadora, que fue nominada al Óscar por ese papel cuando solo tenía 12 años, también destacó el “gran honor” que supone para ella estar en Cannes al lado de directores “tan maravillosos” a los que admira, como Pedro Almodóvar o Jim Jarmusch