Al menos ocho personas del mundo de la moda fueron detenidas y acusadas en Irán de promover la “cultura anti-islámica”, especialmente por publicar fotografías de modelos y de ellas mismas sin velo en Instagram.
Las ocho detenidas figuran entre las 170 personas que gestionaban páginas de la red social Instagram, entre las cuales hay 59 fotógrafos y maquilladores, 58 modelos y 51 representantes de firmas de moda, según un comunicado del tribunal de la delincuencia informática.
“Hemos descubierto que el 20 por ciento de la red Instagram iraní estaba controlado por el mundo de la moda”, dijo a la televisión nacional el juez del tribunal de la delincuencia informática, Javad Babaie.
Los ocho detenidos “difundían un contenido inmoral y una cultura anti-islámica”, en especial fotografías de modelos sin el velo islámico, aseguró Babaie, destacando que el 60 por ciento de los usuarios iraníes de Instagram eran seguidores de estos perfiles.
La red social Instagram es muy popular en Irán, donde Facebook y Twitter están prohibidas.
Según el juez Babaie, es el deber de la justicia “actuar contra los que cometen tales crímenes de manera organizada” y agregó que además de las ocho detenciones, se han abierto otros 21 procesos, según la agencia iraní de noticias ISNA.
La televisión iraní emitió el domingo un programa en el que la modelo Elham Arab, conocida por sus fotografías en vestidos de novia, lamentó ante el fiscal de Teherán, Abbas Jafari Dowlatabadi, sus actos y la publicación de sus fotos sin velo en las redes sociales.
La modelo, que aconsejó a las iraníes no cometer el mismo “error”, ganaba el equivalente de tres mil 300 dólares mensuales, mientras que el salario mínimo en Irán es de un poco más de 200 dólares al mes.
En marzo pasado, otras ocho modelos fueron arrestadas; sin embargo, algunas fueron puestas en libertad bajo fianza y otras siguen detenidas bajo la acusación de propagación de prostitución y corrupción”, recordó el portavoz de la autoridad judicial.
Desde la Revolución Islámica de 1979, el velo islámico es obligatorio en Irán para todas las mujeres.