PRACTICAMENTE, solo quedan setenta y dos horas, aproximadamente, para hacer proselitismo político, tanto para los candidatos a la gubernatura del Estado, como a los que buscan ser legisladores locales.

El tiempo se ha agotado.

Ha sido, para muchos, una lucha político electoral, nunca vista por todos los elementos que entraron en función, destacando, sin duda, la guerra sucia.

Termina un periodo de angustias y preocupaciones para todos, incluyendo, a la misma ciudadanía, que hoy, más que nunca, ha estado pendiente de los pormenores de un proceso que día a día, ratifica la creencia de que se trata de algo inédito en la vida política de Veracruz.

No hay nada más cierto.

El lodo escurrió por las comisuras de los labios de casi todos los candidatos a la gubernatura del Estado, como una de las estrategias para ganarse la confianza popular, pero que ocupó, sin duda, la mayor atención de los ciudadanos veracruzanos.

Las propuestas fueron muchas. Algunas, imposibles de cumplir, aunque casi todas versaron sobre la posibilidad de enderezar los caminos de la administración estatal. Todos fijaron sus posiciones en relación al desastre económico de la entidad, a la inseguridad, a la falta de garantías para vivir bien.

De esta manera, el campo de batalla esta por desocuparse. Todos, en estas próximas horas, se encerraran en sus respectivos cuarteles para definir, todavía, las estrategias finales, las que no se ven, pero que buscarán funcionar hasta las últimas horas de la jornada electoral.

Las encuestas callarán para darle paso a la verdadera auscultación política, la de las elecciones del próximo domingo, donde la verdad será irrefutable sobre el posicionamiento de cada uno de los aspirantes. Será, todavía, una lucha de último momento, donde nadie aparecerá, seguramente, pero que se verá reflejada en los resultados finales.

¿Y quién, hasta ahora, aparece como posible ganador?

Muchas son las respuestas, aunque la mayoría se inclina por una sola posibilidad, es decir, la de Héctor Yunes Landa, quien definirá su victoria con una ventaja considerada en seis puntos que significa, por lo menos trescientos mil votos que evitarán una posible impugnación, la que, de todos modos, habrá de presentarse por el candidato más cercano en cuenta de sufragios.

Estamos, pues, en la recta final de este proceso electoral, el cual, desde su inicio tuvo como principal ingrediente el pleno conocimiento de que se trataría de un proceso nunca visto en Veracruz, cuando menos, por las circunstancias políticas que se dieron en casi todo el desarrollo del mismo.

Ahora, lo que se espera es que sea el Organismo Público Local Electoral, el que tome las riendas de la elección, pues también, nunca visto en Veracruz, el OPLE, se ha convertido en un infierno interno, lo que orilló a esta importante instancia, a descuidar, en gran parte, el proceso electoral.

Lastimado, de alguna manera, en sus entrañas, el OPLE, no ha quedado bien con los veracruzanos. El domingo, es una buena oportunidad para que recobre la fuerza de su propia rectoría. De lo contrario, perderá, asimismo, su propio destino.

El domingo que viene, será la verdad de todo.

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ES TIEMPO AHORA, de enviar, desde la redacción de esta columna política, nuestras felicitaciones a todos los que forman parte del equipo informativo de Crónica del Poder.

El viernes pasado, este portal de noticias y comentarios, cumplió sus primeros ocho años de existencia en una tarea que no es nada fácil, donde la constancia y los permanentes esfuerzos para ser verdaderos enlaces con la sociedad, resultan ser virtudes, más cuando estas mismas virtudes tienen que ratificarse momento a momento como parte de la contribución al desarrollo de un Estado, como el nuestro, que padece todos los días, el desencanto de la actividad gubernamental y política.

Nuestro reconocimiento a cada uno de los socios que tienen la responsabilidad de mantener este medio, algunas veces, hasta con dinero de su propia bolsa.

Así pues, saludamos con afecto a Felipe Hákim Simón, Francisco Saucedo Márquez, y Marco Aurelio González Gama, los hacedores de este proyecto informativo que se llama Crónica del Poder.

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HA DICHO EL Ex procurador General de la República, Ignacio Morales Lechuga, que no ha venido a Veracruz, a buscar chamba.

Es posible que esto sea cierto, pero no hay que descartar que Héctor Yunes Landa, tiene un importante compromiso con la sociedad, el de buscar la manera, a toda costa, de devolver la tranquilidad y la seguridad que Veracruz, tenía hace algunos años.

Esto significa, desde luego, que el ahora, todavía candidato a la gubernatura del Estado, quiera echar mano de todos los recursos humanos que tiene a su disposición y que sabe le podrían dar buenos resultados.

Morales Lechuga, por lo tanto, ha aceptado participar en este proceso de recuperación de la confianza de los veracruzanos, razón por la cual, se ha integrado al equipo de trabajo de Yunes Landa, en el periodo de campaña, pero que tiene, desde ahora, también, ya un compromiso con la sociedad desde el momento mismo en el que se le ha visto formular programas y proyectos para lograr que Veracruz, viva más tranquilo.

Por eso, no se descarta que Morales Lechuga, sea parte del equipo de trabajo de Héctor Yunes Landa, cuando gracias a las elecciones del próximo domingo, se convierta en el ganador de la contienda y consecuentemente, el gobernador de la entidad veracruzana, con lo que, sin fórmulas mágicas, pero con acciones concretas como la llegada de la Gendarmería Nacional, la creación de la Policía Cibernética, un grupo especial antisecuestro y mandos únicos en las regiones limítrofes del estado, pueda devolverle a Veracruz, paz y tranquilidad.

La empresa es compleja, el reto mayúsculo, pero no es imposible y por lo que se observó en el reciente Foro de Seguridad y Justicia. celebrado en Boca del Río, Héctor, tiene la asesoría de expertos como el caso ya descrito de Ignacio Morales Lechuga.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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