El magisterio afiliado a la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Chiapas llevó a cabo el cierre de 10 gasolineras para presionar a las autoridades a establecer una meda de diálogo.
En algunos de estos establecimientos los maestros repartieron combustible de manera gratuita, situación que fue aprovechada por taxistas y operadores del transporte colectivo. Aunque no ha habido enfrentamientos, hay un ambiente tenso entre los docentes y la policía.
Los maestros han anunciado la toma de las presidencias municipales de los 122 municipios del estado para exigir a los cabildos que se pronuncien por la salida de los cuerpos policíacos que llegaron a Chiapas para contener las manifestaciones.
Asimismo, se realiza una colecta de firmas de parte de alumnos, para la abrogación de la reforma educativa.
A dos semanas de protestas en la entidad, que incluyen paro laboral y un campamento en la plaza principal, los docentes cuentan con el apoyo de padres de familia y organizaciones sociales.