¿QUE SE PRETENDE después de las elecciones del pasado cinco de junio?
Es una pregunta, indudablemente, que debe tener una respuesta.
Los veracruzanos, así lo externan, porque no han tenido, hasta ahora, la seguridad de que su voto, en verdad, haya definido el rumbo político de la entidad.
Aparece en el escenario político de Veracruz, un panorama sombrío, cuando en realidad, las cosas debieron tomar asiento, rumbo, trabajo, preocupación por encontrar la pacificación política.
Comienzan los diversos sectores de la población a entrar en duda sobre su participación, a la cual, fueron llamados en su momento para establecer lo que verdaderamente querían.
Qué se pretende, se preguntan las voces en la calle, en las oficinas, en los pasillos, en los centros comerciales, prácticamente, en todos lados, sencillamente, porque la semana pasada terminó en medio de un triste panorama indefinido, principalmente, por presuntas intenciones de enrarecer, de nueva cuenta, el clima de tranquilidad que se sintió en el primer día, después de las elecciones.
La aceptación de la derrota por parte de Héctor Yunes Landa, cayó bien en todos lados, no precisamente, porque le estuviera dando la razón a los partidos de oposición, sino sencillamente, porque Héctor, demostraba ante su pueblo que tenía la entereza necesaria para enfrentar un resultado, que en ese momento, no le favorecía, tal y como fueron sus palabras.
Pero no, había que hacer más.
El PRI, reacciona al estilo López Obradorista, y se pone los guantes para pelear, casilla por casilla, voto por voto, una posibilidad de que los votos nulos o aquellos que posiblemente se quedaron en la oscuridad, para buscar ventaja política y poder, de alguna manera, remontar la derrota y ponerse al frente con una posibilidad de victoria, la cual, aunque fuera cierta, no va a poder justificar ante un pueblo que votó, aunque haya sido un poco más del cincuenta por ciento del padrón electoral.
Lo que se quiere en Veracruz, es seguir adelante, no parar, aunque el próximo gobierno, sea nada más de dos años, pues es necesario dejar atrás la polémica, la guerra sucia, los dimes y diretes, para entrar en una nueva etapa de conciliación, como lo dijo el mismo Ejecutivo Estatal, en su mensaje de Palacio de Gobierno.
Es difícil, seguramente, resanar heridas en el corto tiempo, pero la intención debe ser esa, poner fin a los enconos y continuar el trabajo prometedor, venga de quien venga, pues es tiempo de mirar por Veracruz, solamente, por Veracruz, aunque en la propia federación, vean el panorama político de la entidad, solamente por los intereses que representa la sucesión presidencial.
Hay la plena seguridad de que en este momento, tanto priistas como militantes de cualquier otro partido, ya están coincidiendo en que la mejor política que se puede hacer, es buscar la reconciliación entre todos los veracruzanos. La lucha por la gubernatura ya terminó.
El PRI, por ejemplo, tiene un amplio camino que recorrer y necesita tiempo para hacerlo con precisión, porque el mismo futuro político, lo demanda.
Hay un precandidato, por ahora, que ya esta en espera que venga la unidad, aquella unidad tan solicitada por el mismo dirigente nacional del tricolor, cuando en su visita al Puerto de Veracruz, vino a presenciar un cambio de estafeta en la dirigencia estatal.
Ahí mismo, Manlio Fabio Beltrones, se daba cuenta de que el PRI, no estaba en condiciones propicias para un enfrentamiento con la oposición. Por eso, sus primeras palabras pronunciadas en el escenario del Centro de Convenciones, resonaron para pedir a la militancia y a todos los actores políticos del tricolor, que apostaran por la unidad, solamente, por la unidad, pues desde ese momento, el Partido, ya sufría de encontronazos políticos entre sus mismos militantes.
—————————-
¿QUE ES LO QUE busca Cuitláhuac García, que a pesar de los números que en verdad, tampoco le favorecen, sigue con la idea de que ganó las elecciones, tan solo porque desde la ciudad de México, se lo están repitiendo cada vez que se puede para que se vuelva un guerrillero político y hasta violente esta parte del proceso postelectoral?
Que, acaso no se ha dado cuenta que el proyecto político, bien armado, por cierto, no cuajó y que ahora lo mejor es conformarse con el avance que tuvo en estas elecciones, mirar también, de la misma forma, hacia el futuro y esperar que los tiempos lleguen para una nueva contienda electoral con mejores perspectivas de triunfo.
Los veracruzanos, han demostrado, fehacientemente, que ahora sí están debidamente politizados y que pueden, en cualquier momento responder a las exigencias de la propia democracia.
Y eso es lo que se debe aprovechar ahora.