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Tenía menos de 10 años la primera vez que recuerdo con consciencia necesitar más información, crecí en un hogar en el que la educación siempre ha sido una prioridad, con un papá profesional de la comunicación, rodeada de periódicos y libros con los últimos acontecimientos y al cuál le debo mi pasión por las noticias, mi curiosidad e insaciable anhelo de cuestionarlo todo.
Gracias a él mi contacto con los medios sucedía de la siguiente forma: siempre curiosa me gustaba revisar los documentos que él leía, si cada domingo veía a mi padre con la revista proceso yo también debía revisarla aun sin comprender realmente de qué se trataba todo, con el tiempo se volvió uno de mis referentes obligados. Las visitas a las librerías los domingos siguen siendo parte de una rutina familiar, mi mamá fue la primera en hacerme ver que detrás de la literatura hay nuevos mundos, pero mi papá fue el que sembró en mí la necesidad de libros y publicaciones que me explicaran qué pasaba alrededor del mundo.
En una ocasión mientras ordenaba las revistas de la casa vi una fotografía en el semanario proceso que me impactó. Los pies de alguien yacían enterrados en la arena con manchas de sangre, en aquel momento quizás veía el relato como una historia de terror, mujeres morían en un lugar que para mí sonaba sumamente distante, Ciudad Juárez. Con el tiempo el tema se volvió algo que tuve que comprender a fondo, siempre que veía publicaciones al respecto trataba de leerlas, esa fotografía que años atrás parecía un suceso exclusivo de ese lugar hoy en día es el terror en gran parte del territorio mexicano.
La publicación que describo previamente es de 1999, era la portada del número 1190 de proceso y el periodista Víctor Ronquillo denunciaba una problemática repetida de forma constante desde 1993. En aquel entonces eran más de 200 mujeres asesinadas y las autoridades no eran capaces de brindar solución al problema. Hoy en día ya no hablamos sólo de Ciudad Juárez, hablamos de los múltiples desaparecidos en Guerrero, de los periodistas masacrados en Veracruz o los jóvenes acribillados en un antro, de una madre y su hija desaparecidas en Toluca y encontradas muertas en Colima, de los más de 100 cuerpos inhumados en Morelos o sus múltiples víctimas de secuestro.
A manera de meme antes decían ¿Cuántos más Calderón?, Ahora se le cuestiona al presidente Enrique Peña Nieto, cuando vi la nota de las Muertas de Juárez el presidente en turno todavía era Ernesto Zedillo, a Vicente Fox también le tocaron múltiples reproches del combate del narcotráfico más los de las extravagancias de su flamante esposa.
México ha vivido un terror creciente desde décadas atrás, con lo cual los crímenes y atropellos a los derechos humanos se están volviendo algo común para la sociedad. Si bien los gobernantes son los principales representantes y quienes deben dar la cara ante esta problemática no son los únicos responsables de lo que se vive en el país.
Si queremos un gobierno responsable y comprometido debemos comenzar siendo eso como ciudadanos. Una persona cercana al caso de Stephanie Cossart y su mamá comentaba que ─ No ves cuán mal está el país hasta que no te pasa. ─ ¿Por qué esperar? Últimamente han sido más efectivos los grupos civiles que las autoridades, si nos unimos como mexicanos podemos lograr mejores resultados que quejándonos por absurdos. ¿Te molestan las manifestaciones? ¿Por qué no ayudas a que se cumplan los derechos de los manifestantes? Personas como Javier Sicilia, María Concepción Hernández, José Manuel Mireles y grupos como los Zapatistas han demostrado que la sociedad también es una fuerza política.
Parafraseando a Daniela Berea: ─Dejemos de vivir con miedo, salgamos y seamos valientes. ─Dejemos de ser los principales causantes de lo que tanto criticamos, ¿Te aterra el narcotráfico? ¡No consumas! Incluso el uso de sustancias que algunos podrían considerar inofensivas como la marihuana son una parte de la guerra que se libra entre cárteles, ¿Queremos evitar genocidios? Inculquemos valores, respeto y amor al prójimo desde temprano, ¡Todos somos seres humanos y merecemos ser reconocidos como tales! ¿Consideras que los maestros son unos flojos? ¡Infórmate! Y ayuda a que se respeten sus derechos al igual que el de otros ciudadanos. ¡Exige al gobierno pero también se partícipe! No podemos limitarnos a juzgar desde la comodidad del hogar cuando más del 40% de los votantes ni siquiera fue capaz de elegir un gobernante, ¿Con qué cara pedimos algo si no nos involucramos?
México tiene mucho potencial, podemos destacar por la diversidad, hay grandes personajes en el mapa global que han puesto nuestro nombre en alto, sigamos esos ejemplos. Hagamos posible que sean más las personas con acceso a una educación de calidad, la cual no tenga que ser exclusiva para quienes pueden pagar instituciones privadas. Apoyemos las causas justas y demostremos el interés y orgullo en nuestro país del que tanto nos vanagloriamos en redes sociales. Basta de represión y campañas de desprestigio hacia los moldeadores de mentes, la policía debería perseguir así a los criminales no a los formadores. Es momento de abrir las puertas del diálogo para buscar de manera conjunta una solución. Demostremos que aún existe una democracia.