Es una frase hecha y repetida una y otra vez: los mexicanos no leen. Eso nos indica la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura que en noviembre del 2015 realizó el Conaculta. Ésta revela que los mexicanos leen 5.3 libros al año, que en América Latina lo coloca sólo después de los chilenos que leen 5.4 libros al año. Detrás de México está Argentina, con 4.6 libros al año; Brasil con 4.0, y Colombia con 2.3, que son los cinco países que más leen en la región. Las cifras pueden cambiar con nuevas encuestas en esos países.
La metodología de esta encuesta es distinta a las realizadas años atrás, como la Encuesta Nacional de Lectura 2006 (Conaculta); Libro en Cifras 2012 (Cerlalc); Encuesta Latinoamericana de Hábitos y Prácticas Culturales 2013 (OEI); Módulo de Lectura 2015 (Inegi) y Medios Digitales y Lectura 2015 (IBBY-México y Banamex). La diferencia metodológica impide hacer comparaciones con estos estudios. La idea del Conaculta es aplicar la nueva propuesta en los siguientes años, para poder comparar.
Los encuestados son mayores de 12 años que viven en zonas urbanas y rurales. Se realizaron 5,845 encuestas en hogares y es la muestra más robusta que se ha hecho sobre el tema de la lectoescritura en el país. De 5.3 libros leídos, 3.5 se leen por gusto y 1.8 por necesidad del trabajo o la escuela. El 59.1% compró el libro que leyó, a 46.2% se lo regalaron, a 40.6% se lo prestaron; 15.9% lo leyó en una biblioteca y 11.6% lo obtuvo de una descarga gratuita en Internet.
Los lectores tienen ahora una gama más amplia de materiales de lectura que la registrada en las encuestas anteriores. Lee libros 57.3%; 55.0% periódicos, 44.9% redes sociales, 38.0% revistas, 25.2% sitios web, 16.6% historietas y 13.4% blogs. Los que más leen son las personas con ingresos superiores a 11,600 mensuales y las mujeres. De los encuestados, 86.0% dijo alguna vez haber leído un libro y el 18% que nunca. Las razones para no leer son falta de tiempo (79.9%), por flojera (21.3%), no le gusta (14.6%), prefiere otras actividades (12.3%) y por cansancio (11.5 por ciento).
El 60.5 % dice que los maestros son quienes les inculcaron el hábito de la lectura y 43.8% que sus padres. La encuesta revela —es un dato fundamental— que el hábito de la lectura se adquiere a temprana edad. Es la manera de garantizar que el resto de la vida se siga siendo lector. El crecimiento de la lectura de libros por parte de los mexicanos —antes se decía era de 2.9 libros al año— se explica, según el Conaculta, porque ha crecido el hábito de la lectura en la escuela y familia, se han multiplicado los estímulos, ha crecido la oferta cultural y las nuevas tecnologías han abierto espacios que antes no existían. Números alentadores. Hay quienes ponen en duda el resultado de la encuesta.