En la infancia nos preparamos para el ‘mundo adulto’. Mediante la imitación y con el ejemplo de nuestros progenitores aprendemos los quehaceres cotidianos que nos facilitarán la vida en el futuro. Trabajamos y cooperamos con las actividades domésticas. Así ha sido por milenios y así seguirá mientras sigamos viviendo en colectividades.

Sin embargo, con la industrialización de nuestras sociedades infantes y mujeres entraron a la ‘fuerza laboral’. Trabajando igual o más que los varones y cobrando menos. El siglo XIX marcó la diferencia entre el trabajo y la explotación infantil. Hoy, algunas niñas y niños aún no pueden disfrutar plenamente de sus derechos. A donde volteemos la mirada encontraremos a una niña, niño o adolescentes trabajando.

Los gobiernos no han podido resolver los problemas financieros y esta crisis –que parece eterna- cada día nos hunde más. He visto como muchos adolescentes truncan su formación académica porque en casa ya no ‘alcanza y hay que trabajar’.

Somos testigos del trabajo que niñas y niños realizan cuando vamos de compras al supermercado. Y en los últimos años compiten con otro grupo vulnerable para obtener esas fuentes de ingresos. Ahora vemos a personas ancianas empaquetando los productos adquiridos para nuestro hogar. Pero esto último, es tema que debe ser tratado aparte.

Los gobiernos deben propiciar las condiciones que nos permitan gozar de nuestros derechos. Así como cumplimos nuestras obligaciones puntalmente –por ejemplo, el pago de impuestos- así debemos tener por ley lo que nos corresponde. Educación, cultura y recreación.

Las niñas y los niños deben estar en las aulas, no trabajando. Aquí en Veracruz tenemos leyes e instituciones responsables del cuidado infantil, pero aún es insuficiente. No bastan las buenas intenciones.

En este sentido, el vicepresidente de la Mesa Directiva de la LXIII Legislatura de Veracruz, diputado Cuauhtémoc Pola Estrada anunció que solicitará desde la tribuna que autoridades de Gobierno del Estado cumplan con los lineamientos de protección de los derechos de niñas, niños y adolescentes con el propósito de disminuir índices de trabajo infantil.

Los sistemas municipales del DIF, la procuraduría de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes y la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, son las dependencias que deben vigilar y hacer efectivos los lineamientos legales establecidos.

Dice el diputado: “Los motivos que los llevan a trabajarson de distinta naturaleza y tienen que ver con que contribuyen al gasto en sus hogares; pagos en la escuela o de sus hermanos, por eso muchos de ellos buscan en la calle cómo emplearse en diversos oficios, con los riesgos y peligros que ello implica, cuando tienen el derecho a vivir en condiciones de seguridad y bienestar.”

Las autoridades de los tres ámbitos de gobierno deben generar condiciones de empleo que permitan a las familias salir adelante y otorgar a nuestra infancia y juventud su derecho a la vida, supervivencia y desarrollo.

El problema es económico, lo sé. Y no tenemos para cuando enderezar el rumbo.

Por hoy es todo, les deseo un excelente día y nos leemos en la próxima entrega.