El libro narra la vida de las primeras comunidades que retornan a la Tierra Prometida después del exilio de Babilonia. Es la época en la que reina Ciro el Grande (538 a.C.) y Darío I (515 a.C.), y abarca un siglo de la historia de Israel.

Esdras, forma parte del libro sagrado de los judíos, y es el texto catorce del Antiguo Testamento de los cristianos. Es el tercero de los escritos que forman parte del relato que se conoce como la historia cronística, que se integra con I y II Crónicas, Esdras y Nehemías. Los especialistas coinciden en señalar que este texto y el de Nehemías eran uno solo. Se separan en los primeros siglos de la era cristiana.

Fue escrito en la primera mitad del siglo V a.C. Hay versiones distintas sobre quien escribió el texto. Algunos afirman que fue el mismo Esdras, pero no hay certeza. Otros sostienen que es una redacción conjunta entre Esdras y Nehemías. En este caso el coordinador de la redacción habría sido el último. Esto tampoco se puede probar de manera contundente.

El libro narra la vida de las primeras comunidades que retornan a la Tierra Prometida después del exilio de Babilonia. Es la época en la que reina Ciro el Grande (538 a.C.) y Darío I (515 a.C.). Abarca un siglo de la historia de Israel. Se divide en dos partes: La primera va del capítulo uno al seis que narra el primer regreso bajo el liderazgo de Zorobabel y el inicio de la construcción del segundo templo. La segunda parte da cuenta de manera detallada del ministerio de Esdras en Jerusalén, que ocurre cuando los personajes de la primera parte ya han muerto. El énfasis de su trabajo es garantizar que se termine la reconstrucción del templo y la “purificación” de los judíos que se han casado con extranjeras.

Los especialistas plantean que el texto tiene un claro valor histórico. Quien lo escribe conoce la historia y sabe utilizar las fuentes que están a su disposición. Es cierto, con todo, que se tergiversan ciertos acontecimientos, para fortalecer la figura de David. Eso, con todo, no descalifica el esfuerzo de ofrecer un relato realmente histórico del período que se considera en el libro. El texto corrige y profundiza la historia deuteronómica. Hay la intención de convertir al rey David en la figura más importante de la historia de Israel, al quien se considera que perfecciona las leyes de Moisés.

El mensaje histórico-teológico se centra en la reconstrucción del templo y la purificación de los judíos. Es el camino correcto, para ser fieles a la alianza con Dios. La predicación de los profetas mantiene la esperanza e invita al orden y respeto de la Ley. Después del castigo del exilio surge un nuevo tiempo para el pueblo de Israel, que se acerca a Dios. Se abren sinagogas y escuelas de escribas que son expresión de esta nueva época, que es de bendiciones.

@RubenAguilar