Un inmigrante mexicano ha interpuesto una demanda de 24 millones de dólares contra el sistema público de hospitales de Nueva York después de que supuestos retrasos burocráticos le privaran de cuidado médico de emergencia y resultaran en la amputación de su pierna derecha.
El abogado de Delfino Cuautle exige en la demanda interpuesta en la corte federal de Brooklyn compensación para el trabajador mexicano, que fue atropellado por un vehículo y después tuvo que esperar varias horas a ser operado. Cuando finalmente los médicos se dispusieron a operar era ya demasiado tarde para salvar la extremidad.
“Esto es lo que ocurre cuando la burocracia está fuera de control”, dijo Andrew Carboy, abogado del mexicano durante una entrevista telefónica con The Associated Press. “Esto es lo que ocurre cuando las decisiones de los médicos no se ponen en práctica debido a la burocracia”.
Carboy actúa también como portavoz de Cuautle y su familia porque ésta no quiere ser entrevistada.
La demanda acusa al sistema público de hospitales de la ciudad de negligencia profesional y violación de leyes que garantizan acceso a servicios médicos de emergencia independientemente de si la persona puede pagarlos o no.
Portavoces de New York City Health and Hospitals Corporation no respondieron a una solicitud de The Associated Press que pedía reacciones a la demanda.
La queja judicial asegura que Cuautle, padre de tres hijos, tuvo que esperar 13 horas a ser tratado.
El 22 de septiembre del 2015 el hispano salía de su trabajo a las seis de la mañana cuando fue embestido por un vehículo. Tras ser trasladado al hospital de Coney Island, en Brooklyn, los médicos determinaron que el hispano no tenía sangre en su pierna derecha y que necesitaba una operación vascular de emergencia, aseguran los documentos de la corte.
Debido a la falta de cirujano vascular en ese hospital, Cuautle fue trasladado al hospital del condado de Kings aunque empleados del centro médico de Coney Island olvidaron enviar una copia del escáner con el paciente, aseguran los documentos.
El escáner se realizó de nuevo en el hospital del condado de Kings. Cuando Cuautle finalmente se sometió a la operación ya era demasiado tarde para salvar la pierna, alega la demanda, que además asegura que bajo ley estatal la transferencia al segundo hospital debería haberse realizado en 30 minutos.
Cuautle, que tiene 46 años, no lleva en la actualidad una prótesis y no puede trabajar, dijo el abogado.
“Cuando intenta cocinar algo se cae”, dijo Carboy. “Esto ha afectado a todos sus seres queridos”.