El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, declaró hoy cuatro días de luto y el izado de las banderas a media asta en señal de duelo por el tiroteo ocurrido en la noche del jueves en Dallas (Texas) en el que fallecieron cinco policías y otras nueve personas resultaron heridas, en su mayoría agentes.
“Como señal de respeto por las víctimas del atentado contra agentes de policía perpetrado el jueves 7 de julio de 2016 en Dallas (Texas), por la autoridad investida en mí como presidente (…), ordeno que la bandera de EU ondee a media asta en la Casa Blanca y en todos los edificios públicos” hasta el 12 de julio, indicó Obama.
La bandera estadunidense también ondeará a media asta en señal de luto en las sedes diplomáticas, en las bases militares y los navío estadounidenses en todo el mundo.
El ataque de este jueves se produjo cuando los manifestantes, al igual que ocurría en otras grandes ciudades de EU como Nueva York, Los Ángeles y Atlanta, protestaban por los últimos incidentes de violencia policial con tintes raciales registrados en el país.
En concreto, la protesta se debía a la muerte de Alton Sterling, un hombre negro al que dos policías blancos le dispararon el martes a quemarropa cuando lo tenían sometido en el suelo en Baton Rouge (Luisiana), y del joven Philando Castile, que falleció el miércoles en Falcon Heights (Minesota) tras recibir disparos de un policía que lo detuvo en su vehículo por una infracción de tráfico.
Según las autoridades, Micah X. Johnson, de 25 años, sospechoso de ser el autor del tiroteo del jueves y que pereció en un enfrentamiento con la Policía dijo antes de morir que su objetivo era matar a “policías blancos” debido a los incidentes de violencia policial.
El país ha vivido repetidos episodios de tensión racial desde hace más de un año, especialmente tras la muerte en Ferguson (Misuri) en agosto de 2014 del joven negro Michael Brown a manos de un agente blanco que luego fue exonerado de todos los cargos.