*Esta noche de martes fue velado el vestido donado a la Santa, por la
familia Galván Suárez.
*En una de las dos cajas dejadas por una mula, estaba la imagen de la Santa…
*Auténtica fiesta popular de los xiqueños que la viven con pasión, con
orgullo…con devoción.
“Para que te pisoteen tienes que estar tumbado…”.
Alfonso Mora Chama
Si alguno de nuestros pueblos vive con intensidad, emoción, entrega y
devoción su fiesta, es el ahora Pueblo Mágico de Xico. No es nada nuevo
desde luego, pero sí interesante en cuanto se trata el tema de los cientos
de vestidos donados a la patrona de este bello y pintoresco lugar y ayer,
estuvimos en la velación de uno de estas costosas y diseñadas prendas
precisamente en la empresa del amigo Víctor Galván.
Fue un acto de devoción. Algo que extrañamente cautiva a los asistentes,
desde el humo del incienso mismo, hasta el rezo de la señora y los
entonados cantos de la pareja en los micrófonos, que en cada pausa de los
cinco misterios del rosario, lo mismo coreaban “ven a mi dulce pan de la
vida, ven consuela mi amargo dolor, soy la oveja que andaba perdida, lejos,
lejos de ti mi señor…”, mientras la gente de todas las partes de la ciudad,
llegaban poco a poco hasta abarrotar las instalaciones del Mole Xiqueño,
inlcuso en la banqueta y en las partes aledañas de El Pedregal.
Sabemos de María Magdalena, lo que señala el Evangelio de Pedro, en su
papel de testigo de la resurrección de Jesús o como lo dice el Nuevo
Testamento canónico, distinguida discípula de Jesús de Nazaret, pero
dejemos lo que explicó el amigo Víctor Galván:
Dio lectura a esta leyenda, a este milagro…a este hallazgo de la
imagen de María Magdalena, lo explica así a esta columna: