La política es el esfuerzo de la razón para lograr el bien común, es lo contrario a la violencia y a la represión. Los momentos álgidos que vive el Estado tras los resultados electorales del pasado 5 de junio han desubicado a ciertos actores políticos. La diatriba y el encono mantienen el mismo nivel que se tuvo en las campañas.

Un llamado a la prudencia es el que hizo la diputada presidenta de la comisión permanente para la igualdad de Género, Mónica Robles Barajas a quienes mantienen el intercambio de ofensas y descalificaciones. Dejar las egolatrías y aceptar la responsabilidad pública que las ciudadanas y ciudadanos han otorgado a quién gobernará y al que aún lo hace.

“El proceso electoral ya terminó y más allá de partidos y de grupos; vencedores o vencidos, en todos debe caber la obligación moral de actuar con madurez que debe manifestarse con respeto a las instituciones que representan y honrando a quienes pedimos la oportunidad de servirles”.

Los protagonistas de este clima de linchamiento y descalificadores tensan la cuerda sin darse cuenta que puede romperse. Por supuesto, en caso de que esto pase los único perjudicados seremos quienes acudimos pacíficamente a ejercer nuestro derecho para elegir a nuestros representantes populares. La sociedad veracruzana y todos sus sectores productivos somos y seremos los damnificados.

Y es en nosotras en quienes deben pensar los políticos. Ya no es tiempo de ganadores y perdedores, es momento de sumar esfuerzos para enfrentar exitosamente lo que nos viene. Dejar que las instancias judiciales hagan su trabajo y mandar el mensaje de tranquilidad que queremos quienes vivimos en Veracruz.

Dice la legisladora Robles:  “Hoy Veracruz me duele porque sin duda, se merece un mejor destino. El hartazgo estuvo presente en las urnas y sin embargo pareciera que ni ganadores ni perdedores aún han escuchado el mandato de que primero es la gente”.

Mesura, prudencia, diálogo es lo que debe prevalecer hoy en la sociedad veracruzana. Dejar de lamerse las heridas y seguir adelante. Asumir el triunfo con humildad y la derrota con dignidad, ¿acaso es mucho pedir? No lo creo,  porque el linchamiento sumario nunca será sinónimo de justicia, sin que esto signifique, bajo ningún motivo, abdicar el derecho a la rendición de cuentas.

La voz de la diputada Robles Barajas no debe ser la única, hay que sumarse para exigir que respeten la voluntad popular. Bien dice la legisladora: “La confrontación por consigna; la descalificación que generaliza; el rencor como motor que impulsa a la acción y la soberbia ciega, en nada contribuyen para la construcción de un mejor porvenir.

Con humildad y respeto me sumo a las voces que llaman a la cordura, a la altura de miras y a la congruencia como premisas de acción para todos quienes en este momento somos parte de la vida pública de Veracruz.”

No dejemos pasar la oportunidad de trabajar por la paz social. Quienes tienen una responsabilidad publica deben ser los primeros. Los dimes y diretes nos llevarán a un abismo del que tardaremos muchos años en salir.

Por hoy es todo, les deseo un excelente fin de semana y nos leemos en la próxima entrega.