Verdades a medias y mentiras completas fueron parte de las declaraciones de unos y otros con relación a las reformas a las leyes Estatal del Servicio Civil y la del Servicio Público de carrera en la Administración Pública Descentralizada. Vamos, es lo que coloquialmente se difundió en los medios informativos como ‘la basificación de burócratas’.

De las muchas opiniones que se dieron, una fue la que más se destacó: se compromete la viabilidad financiera del próximo gobierno. Esto, porque según con la reforma se erogarían miles de millones de pesos para el pago de la nómina. ¿Pero acaso no se les paga ya a estos trabajadores? Es decir, no hablan de creación de miles de nuevas plazas, sino de darles garantías y estabilidad a las personas que tienen años trabajando sin tener seguridad laboral.

La revista virtual Sin Recreo consigna una entrevista con el abogado laborista (quizá uno de los mejores que tenemos en el estado) Luis Alberto Viades. El profesional del Derecho sostiene que: “Van a basificar a trabajadores que por mucho tiempo fueron engañados, haciéndoles creer que eran empleados de confianza, pero que no era cierto. ‘Basificarlos sería un acto de justicia’. No van a incrementar la nómina, porque es gente que cobra desde que trabaja. Tampoco van a crear plazas nuevas. Lo que se ganaría también es el ingreso extra que podría haber al IPE, en función de las pensiones.”

Y en comunicado oficial se nos informa: “Esta medida formalizará la situación laboral de los trabajadores al servicio del estado como un principio fundamental de justicia social y de respeto a los derechos humanos de quienes desempeñan un empleo, cargo o comisión en la administración pública estatal, refiere el documento.”

Es decir, no habrá un gasto extra porque ya se les paga, son hombres y mujeres que tendrán seguro su empleo sin el temor de los cambios de jefe o de gobierno. Son las personas que operan y aterrizan las políticas públicas que cada gobierno traza al inicio de su gestión.

No hay, por lo tanto, nada de que preocuparse sobre la supuesta deuda nueva que tendría el próximo gobierno. Lo que sí hay es una continuidad laboral y evitar esas costumbres insanas en el servicio público de llegar a una responsabilidad y ‘colocar a su gente de confianza’. No. La gente que trabaja es de confianza porque independientemente de cómo se llame el funcionario o qué compromisos extra laborales tenga, el trabajo sale, se hace y se entregan resultados.

Y para que no haya duda alguna, se informa: “Los trabajadores de base tendrán el carácter de definitivos, de acuerdo al tipo de nombramiento que les sea otorgado, de conformidad con lo dispuesto por esta Ley y demás aplicables.

Los trabajadores contratados de manera interina no generarán derechos de titularidad sobre la plaza, a menos que durante el desempeño del interinato concluya la relación laboral del titular.”

Pero bueno, habrá que esperar cómo se aplica en la práctica lo reformado la semana pasada por el Congreso local. Ya veremos quién tuvo la razón y quiénes son los beneficiados.

Por hoy es todo, les deseo un excelente inicio de semana y nos leemos en la próxima entrega.