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EFE

El Festival Internacional de música de Benicàssim (FIB) cerró esta noche las puertas de su vigésimo segunda edición con el sobrecogedor espectáculo de Massive Attack apelando a la conciencia colectiva y la unidad contra el terrorismo, los extremismos y el «Brexit».

En esta ciudad de la costa mediterránea española, los de Bristol han ofrecido un espectáculo único con la reivindicación como hilo conductor con el que el FIB 2016 -que ha llegado a los 170 mil asistentes en sus cuatro días- cierra sus puertas y empieza ya a trabajar en su edición de 2017.

Un espectáculo de profunda trascendencia audiovisual y musical que ha comenzado con una reflexión sobre la política en el Reino Unido y el referéndum para su salida de la Unión Europea.

La banda ha recuperado un tema que no tocaba desde hace 20 años, «Eurochild» para mostrarse contraria y «desilusionada» ante el «Brexit», por lo que han pedido al público que estén «juntos en este barco contra las políticas extremistas».

La banda ha dedicado además sus temas a las «víctimas de la tragedia y el sinsentido en Niza» y ha reflexionado sobre la actualidad y los medios de comunicación con titulares de actualidad.

También se ha apelado al «progreso humano y la conciencia colectiva» para «crear juntos un mundo mejor».

Antes de los bises, las pantallas han mostrado sucesivos mensajes encabezados por «Je suis Charlie», Paris, Orlando, Bruselas, Estambul, Niza, Bagdad y Bangladesh para terminar con el mensaje: «estamos juntos».

Un alegato a la libertad del ser humano y a la convivencia pacífica que quedará en las retinas de los asistentes que han vivido cuatro días de un FIB en el que se ha recobrado la esencia perdida en los últimos años.

Antes de Massive Attack, el rapero estadounidense Kendrick Lamar, ha sido aclamado por un público entregado a los reclamos de sus reivindicaciones sociales y raciales empoderado por su sencillez y su fuerza vocal.

También han estado en el escenario principal The Maccabees quienes han arrancado con el imparable «Marks To Prove It» y han finalizado su concierto con «Pelican«, dos hits entre los cuales han creado una atmósfera sugestivamente envolvente arropada por ocho músicos en el escenario bordando melodías tema tras tema.

Los galeses Catfish And The Bottlemen han sido otro de los nombres de la jornada consiguiendo congregar a muchísima gente en el escenario Las Palmas.

El director del evento, Melvin Benn, se ha mostrado muy satisfecho con las cifras alcanzadas este año en cuanto a asistencia, 170 mil personas en los cuatro días de un festival que ha colgado el cartel de «no hay entradas» en la noche del sábado con el reclamo de la súper banda de rock «llena estadios» Muse.

Pero no solo la extraordinaria respuesta de público que ha acudido a ver a Muse -46 mil personas según la organización- ha sido la causante de devolver el esplendor perdido a la cita musical, sino un cartel que ha traído sonidos arraigados al estilo del festival como The Chemical Brothers, The Maccabees o The Vaccines, y nombres españoles como La Habitación Roja o Dorian.

Benn ha conseguido, tal y como se propuso hace tres años cuando tomó los mandos del evento en el momento más bajo de su historia, devolver al FIB a la primera línea de los festivales europeos, y su continuidad al frente y sus ganas de trabajar en él hacer prever muchos más años de bonanza.