Amanecemos con un gran gasolinazo y la mente galopa idea tras idea en una retrospectiva que me lleva a la deducción de que hemos perdido todo por lo que se luchó en la Revolución.
Y es que leer ese Tuit de Luis Videgaray diciéndole a Felipe Calderón, entonces Presidente de México, que deje de subir el precio de la gasolina es toda una joya hoy que es él precisamente quien aconseja a Peña Nieto subirla ¡Cuánta razón tuvo el extraordinario poeta José Emilio Pacheco, cuando inmortalizó en su espléndida obra la frase: “Ya somos todo aquello contra lo que luchamos a los veinte años”!
Sí, gran parte de mi espíritu revolucionario y liberal nació de la poesía, en la obra de nuestros poetas están dispersos mis ideales políticos, mi filosofía de vida, por eso es que la reforma educativa trata de sacar las artes y la poseía de la enseñanza pues se sostiene la tesis, torpe por cierto, de que la poesía no le servirá a las personas para encontrar empleo en el futuro; sin comentarios.
Nos vendieron las “grandes reformas estructurales” como la Panacea para México y en el extranjero, países más beneficiados que el nuestro con ellas, calificaron al excelso Presidente de México Don Enrique Peña Nieto, como el gran reformador y no falta por ahí algún ignorante que lo compara con el licenciado Benito Juárez, verdadero reformador. Al principio Peña Nieto nos dijo que era muy temprano para ver los resultados de la Reforma Energética, hoy creo que se nos está haciendo tarde para detener el daño, nos dijeron que entrarían más divisas al país, se generarían más empleos y que los mexicanos pagaríamos menos por los combustibles, hoy cualquiera puede afirmar a ciencia cierta que nada de esas tres cosas ha ocurrido ¿Por qué? Por la sencilla razón de que dicha reforma sirvió para volver a regalar nuestro petróleo a algunos ricos de México y empresas extranjeras, es decir, la reforma echó por tierra todo lo que Don Lázaro Cárdenas logró con la expropiación petrolera. México en lugar de acabar con el sindicalismo charro y la corrupción en PEMEX lo que hizo fue regalar nuestra industria nacional, lo mismo está haciendo con CFE, la minería y otras áreas que debieran gestionar nuestra riqueza nacional para prosperidad de la Unión, el recurso Agua va por ese mismo camino.
El Partido Revolucionario Institucional PRI, es el encargado de realizar esta gran transformación regresiva y negativa para México, se ha convertido en el partido de las grandes mentiras y dos de ellas están en su propio nombre, pues no tiene nada de revolucionario y mucho menos tiene algo de institucional; no puede ser revolucionario un partido que privatiza, socaba los derechos civiles y retoma el autoritarismo, máxime cuando está echando por la borda todos los logros de la Revolución cuando lo que debió hacer es mejorarlos y evolucionarlos, con los nuevos regímenes del PRI se perdió mucho de lo Consagrado en la Constitución de 1917, Artículo 3°, Artículo 27, Artículo 123, la educación, el derecho a la tierra y el derecho al trabajo justo, remunerado y con seguridad social están perdiendo el verdadero sentido humanista y de progreso que alentó al Constituyente de Querétaro y por el que se perdieron miles de vidas durante la primera gran revolución social del Siglo XX en el mundo.
Las instituciones mexicanas están siendo peligrosamente debilitadas, eso es lo que ocurre con gobiernos de corte populista como los que ejerce el PRI, pues está demostrado que el populismo socaba las instituciones y ama tanto a los pobres que los multiplica, esto ocurre hoy y ocurre a la sombra de la acción de un gobierno que se dice Revolucionario e Institucional, el ilustre tuxpeño Don Jesús Reyes Heroles creador del Nacionalismo Revolucionario debe estar revolcándose en su tumba al lado de los diputados constituyentes y del Senador Belisario Domínguez, del Diputado Serapio Rendón sacrificados por defender nuestras leyes, Lázaro Cárdenas del Río y otros tantos hombres y mujeres que consagraron su vida en aras de un México fuerte, grande y justo para sus hijos.
Pero no solo eso, se han perdido las garantías individuales, se ha socavado gravemente a la libertad de expresión, en suma, México ya se cambió, ya se movió, pero fue para mal y hoy los efectos se hacen sentir, más de la mitad de los mexicanos viven en pobreza y la pobreza extrema aumenta inexorablemente. “Democracia y Justicia Social” reza el lema del PRI, un PRI que de democrático no tiene nada y que ha sido incapaz de llevar Justicia Social a los mexicanos que viven en exclusión y miseria; vivimos en un país terriblemente injusto, discriminatorio y excluyente por el trato que da el gobierno a la mayoría de los mexicanos.
Me voy como llegué y para ello, les dejo el acertado poema de José Emilio Pacheco “En la república de los lobos”: En la República de los Lobos/ nos enseñaron a aullar./ Pero nadie sabe/ si nuestro aullido es amenaza, queja, /una forma de música incomprensible/ para quien no sea lobo;/ un desafío, una oración, un discurso/ o un monólogo solipsista.
A veces pienso que el día en que el ser humano haga de los poemas no solo un pensamiento si no toda una forma de vida, entonces y solo entonces, la poesía, no habrá cantado en vano.
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