La ministra de Sanidad rusa, Veronika Skvortsova, viajó hoy a la ciudad de Salejard, en el norte de Siberia Occidental, para estudiar la situación provocada por un brote de carbunco, enfermedad infecciosa y contagiosa, producida por una bacteria, que padecen los animales, en especial el ganado bovino y ovino, y que puede ser transmitida al hombre, en el que produce el ántrax, que ha causado al menos un muerto.
Skvortsova se reunirá con las autoridades locales para coordinar medidas a fin de prevenir una epidemia tras el brote de carbunco, “peste siberiana”, como llaman la enfermedad en Rusia, en la región de Yamal, dijo a medios locales el portavoz de Sanidad, Oleg Salagái.
“La ministra visitará el hospital y examinará a los enfermos. Además, verificará personalmente la organización de la asistencia médica en la zona del brote”, agregó.
El pasado 25 de julio en la región de Yamal fue implantada un cuarentena después de que más de 2.300 renos murieran por una epidemia de carbunco, provocada por las inusuales altas temperaturas registradas en la zona el mes pasado, con máximas de hasta 35 grados centígrados.
Más de 90 personas fueron hospitalizadas de manera preventiva y a ocho de ellas se les diagnosticó carbunco.
Uno de los pacientes, un niño de 12 años, falleció a causa de la enfermedad.
Según las autoridades locales, brigadas de veterinarios han vacunado a más de 35,000 renos que pastan en los territorios próximos al foco de la epidemia.
Los restos de los renos muertos son incinerados, ya que las esporas del bacillus anthracis, que causa el carbunco, soportan temperaturas de hasta 140 grados centígrados.