Bajar de peso requiere no solo seguir una estricta rutina de ejercicios, sino también cuidar la alimentación. Hay personas que deciden contratar a un entrenador personal para que les ayude a cumplir sus metas y les motive, y en este caso además de lograr su objetivo, también surgió el amor…
Hoy te contamos el caso de una mujer sueca de 37 años llamada Sara Magnusson Backström que luchaba con la obesidad desde que tenía ocho años, cuando sus padres se separaron. Después de vivir un “humillante y devastador” suceso en edad adulta, decidió que ya había tenido suficiente y contrató a un entrenador personal para bajar de peso, que más tarde se convertiría en su marido…
A continuación os contamos toda la historia de Sara. ¡No te lo pierdas!
Sara luchaba con la obesidad desde los ocho años después de que sus padres se separaran. Con el paso de los años, llegó a pesar 146 kg, aumentando tras echar mano del fast food después de dar a luz a su hijo a los 19 años. Tuvo un cólico y no tenía tiempo para cocinar platos saludables.
Cuando estaba en una tienda, se sentó en una silla de camping que se rompió. “Mi novio en ese momento y yo íbamos a comprar muebles para el jardín. Me senté en una silla y se rompió. Fue muy humillante y devastador. En ese momento decidí que tenía que hacer algo con mi peso”. Ya había intentado bajar de peso con dietas, pero no fueron efectivas.
Decidida a lograrlo, contrató a un entrenador personal, Fredrik Magnusson y empezó a hacer ejercicio cuatro veces a la semana.
Sara iba al gimnasio por la mañana seis días a la semana y varias sesiones regulares por la tarde. “Cambié mis objetivos desde solo perder peso hasta también construir músculo y hacerme más fuerte”.
Después de perder 34 kg y estabilizarse, Sara buscó un entrenador online, cambió su dieta empezó a entrenar diez veces a la semana.
Entonces perdió 43 kg y empezó a aumentar su musculatura, ya que asegura que ayudaba a rellenar la piel sobrante.
Tras perder un total de 78 kilos y entrenar 10 meses, lo dejó con su novio y se casó con su entrenador Fredrik el 4 de julio del año pasado.
“Después de un tiempo el entrenamiento es más divertido y hoy en día me encanta. Ahora veo el entrenamiento como un estilo de vida más que algo que tengo que hacer”.
“Por la tarde mi hijo de 18 años y mi marido también entrenan. El gimnasio es parte de nuestra vida. Esta travesía me ha hecho una persona más feliz y más positiva”.
