El séptimo álbum de The Beatles, titulado «Revolver«, fue lanzado al mercado hace 50 años, siendo literalmente un fulminante y sicodélico disparo experimental, donde predominaba el sonido de George Harrison, algo que no se repetiría en toda la discografía del Cuarteto de Liverpool.
Media centuria ha pasado de la irrupción de la conceptual obra musical, con la llamativa portada de Klaus Voormann, un amigo de la banda en sus días por Hamburgo, mediante un collage surrealista de dibujos y fotos que plasmaba en sonido los experimentos con LSD y la etapa más mística, con instrumentos tradicionales de la India como el sitar, de The Beatles.
Un viaje sicodélico desde la portada
Su aportación auditiva es innegable y no sólo para la historia del grupo británico sino para la del rock, pues es una obra omnipresente en los cinco primeros lugares de los principales conteos de medios especializados sobre los discos más importantes e influyentes de todos los tiempos, rivalizando siempre con otro hito discográfico, su sucesor, el quizá primer álbum conceptual del rock: «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band» (1967).
Incluso la vistosa cubierta de Voormann para «Revolver» le valió una estatuilla Grammy a la Mejor Portada de un Álbum y, contrario a lo que podría pensarse, ese proyecto estuvo muy lejos de hacerlo rico, ya que en alguna ocasión reveló que medio siglo atrás tan sólo le pagaron cerca de 50 libras, más o menos unos 140 dólares.
Mientras que la imagen de la contraportada es del fotógrafo Robert Whitaker, responsable también de la censurada «portada de los carniceros» del cotizado elepé «Yesterday And Today«.
El sonido Harrison
Desde hace medio siglo el elepé más Harrison incluyó hasta tres canciones de su autoría «Taxman«, «Love You To» y «I Want To Tell You«, algo insólito e irrepetible en un disco sencillo del grupo, liderado autoralmente por la mancuerna de John Lennon y Paul McCartney, pues después, en 1968, en el álbum doble, titulado «The Beatles«, mejor conocido como el «Álbum Blanco«, se incluirán cuatro temas de la inspiracion de Harrison: «While My Guitar Gently Weeps«, «Piggies«, «Long, Long, Long» y «Savoy Truffle«.
La oferta sónica de Harrison en «Revolver» es tan relevante que, por primera vez en la historia de los «Fab Four«, un tema suyo abre el álbum con «Taxman» cuya letra hace referencia al descomunal impuesto sobre la renta que pagaban los ciudadanos ingleses adinerados, como The Beatles, y que a veces alcanzaba hasta el 95 % de sus ganancias (por eso se entiende que muchos «rockstars» allán cruzado el Atlántico en busca de una nueva residencia, como fue el caso de sus archirrivales The Rolling Stones, Rod Stewart, Elton John y The Police, entre muchos más).
Medio siglo de submarinos
En este álbum Ringo Starr, el carismático y narigón baterista de la alineación, no compuso ninguna canción, pero sí cantó la posiblemente más popular de las 14 piezas: «Yellow Submarine«, compuesta por Lennon y McCartney, al igual que los demás temas «Eleanor Rigby«, «I’m Only Sleeping«, «Here, There And Everywhere«, «She Said She Said«, «Good Day Sunshine«, «And Your Bird Can Sing«, «For No One«, «Doctor Robert«, «Got To Get You Into My Life» y «Tomorrow Never Knows«.
En el Reino Unido, la edición original del elepé, del 5 de agosto de 1966, presentó en su Lado A los temas «Taxman», «Eleanor Rigby», «I’m Only Sleeping», «Love To You», «Here, There And Everywhere», «Yellow Submarine» y «She Said She Said»; mientras que el Lado B incluyó «Good Day Sunshine», «And Your Bird Can Sing», «For No One», «Doctor Robert», «I Want To Tell You», «Got To Get You Into My Life» y «Tomorrow Never Knows».
En Estados Unidos el «long play» salió a la venta el 8 de agosto con 11 cortes, en lugar de los 14 del original británico, en su Cara A figuraron los temas «Taxman», «Eleanor Rigby», «Love To You», «Here, There And Everywhere», «Yellow Submarine» y «She Said She Said»; mientras que en la Cara B aparecieron «Good Day Sunshine», «For No One», «I Want To Tell You», «Got To Get You Into My Life» y «Tomorrow Never Knows».
Fiel a su título en inglés, «Revolver«, que en castellano se traduciría no como un arma de fuego sino un batido o mezcla, es una suculenta licuadora auditiva cuya oferta además de mantenerse vigente es clave para que, auditiva y visualmente, se haya generado otra joya musical de The Beatles, su octava y siguiente obra, «Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band«.