La corrupción continúa siendo «un lastre» en México, misma que socava el progreso de cualquier sociedad, mencionó la embajadora de los Estados Unidos, Roberta Jacobson.
Desde la antigua sede del Senado de la República, la diplomática acreditada en este país compartió a legisladores que en sus encuentros con distintos sectores de la población mexicana encontró una percepción general sobre el problema de la corrupción.
Los mexicanos tienen opiniones divididas sobre muchos temas: Las Águilas o las Chivas, las tortillas de maíz o las de harina, el Santo o el Blue Demon, Luis Miguel o Alejandro Fernández, senadores o diputados. Pero hay un tema en el que todos están de acuerdo: !Ya basta de corrupción!», dijo.
Frente a legisladores mexicanos, entre ellos el senador Roberto Gil Zuarth, presidente de la Mesa Directiva del Senado, reconoció que algunos mexicanos están uniendo esfuerzos para hacer algo al respecto y hacer que sus voces se escuchen en las urnas.
Citó a Eduardo Bohórquez, de Transparencia Mexicana, apuntando que la corrupción es un «impuesto regresivo.”
Es precisamente por lo anterior, que quiero felicitarlos por haber aprobado las siete leyes que conforman el nuevo Sistema Anticorrupción Mexicano. Su aprobación demuestra lo que es posible cuando los legisladores, la sociedad civil y la administración federal trabajan de manera conjunta», expuso.
La embajadora también se refirió a otros retos que México debe atender y en los que Estados Unidos puede cooperar, como el de la educación.
Posponer estos temas para otro momento no es una opción. Según un reporte de la OCDE, en México sólo el treinta y siete por ciento de los adultos, entre las edades de veinticinco y sesenta y cuatro años, terminaron la preparatoria, en comparación con el setenta y cinco por ciento de todos los trabajadores miembros de la OCDE», explicó.