El candidato republicano a la Casa Blanca, Donald Trump, anunció hoy la incorporación a su campaña de dos nuevos operadores, mientras su nivel de popularidad entre los electores ha venido cayendo en semanas recientes.
Steven Bannon fue nombrado jefe ejecutivo de la campaña y Kellyanne Conway como gerente de campaña, dos meses después que Trump despidió de esta misma posición a Corey Lewandowsk y contrató a Paul Manafort como presidente de campaña.
Estos ajustes fueron vistos como una reducción efectiva de las responsabilidades e influencia de Manafort, quien en días recientes se vio colocado en el centro de la noticia tras reportes de prensa sobre supuestos pagos millonarios de parte del depuesto presidente de Ucrania, Viktor Yanukovych.
Bannon, ex inversionista financiero y actual presidente del conservador sitio de noticias Breitbart News, carece de experiencia política, en tanto que Conway, quien venía operando como asesora de Trump, era conocida hasta ahora como encuestadora.
En un comunicado emitido esta mañana, Trump caracterizó los cambios como parte de su estrategia para ganar la elección del 8 de noviembre próximo, destacando las capacidades de Bannon y Conway.
“He conocido a Steve y Kellyanne por años. Ambos son extremadamente capaces, altamente calificados, a quienes les gusta ganar y saben cómo ganar. Estamos agregando parte del mejor talento en política, con las experiencia y habilidades necesarias para derrotar a Hillary Clinton en noviembre”, apuntó.
Caída en preferencias
Los cambios se producen en medio de una caída en las preferencias electorales en perjuicio del abanderado presidencial republicano, la persistencia de controversias por sus declaraciones, así como deserciones de notables republicanos, algunos de los cuales han optado por apoyar abiertamente a Clinton.
Recientes encuestas de opinión han colocado a Trump por debajo de Clinton, tanto a nivel nacional, como en algunos de los estados considerados críticos en la elección del 8 de noviembre próximo.