Hace unos días, recibí una llamada de la alcaldía de Orizaba, la cual jamás pensé que me daría tan mal sabor de boca. A pesar de haber sido atendido personalmente por el alcalde, prácticamente todo el tiempo estuve molesto, enojado, indignado, incómodo. Un verdadero suplicio. Si estas dispuesto a indignarte sigue leyendo, porque al final vas a terminar con una sensación de que te han tomado el pelo toda tu vida, que te han robado y tu ni siquiera te has dado por enterado.
Para comenzar, llegué cinco minutos tarde y ya estaban todos los invitados presentes, dos grandes amigos, Jesús Fernández Perroni y su hijo, y Alfredo Ríos Hernández, viejo y conocido de toda la vida. Allí comienza la incomodidad… ¿Cómo es posible que te citen a una hora, y el funcionario esté listo exactamente a la hora? ¿Se le olvida a Diez que estamos en México? De allí en adelante todo fue sentirse fuera del país.
Un breve recorrido por el palacio municipal permite ver que hay amplias áreas de atención al ciudadano, con pocos funcionarios o empleados de confianza y los empleados sindicalizados trabajando contentos y a gusto. Nos cuenta que cuando llegó había más de 600 trabajadores de confianza y que los redujo a 200, porque los que verdaderamente saben de la operación son los sindicalizados, que están de manera permanente y no cambian con cada nueva administración. Vaya ud a cualquier ayuntamiento del PAÍS, y verá que el reparto del botín es brutal. TODOS los alcaldes meten a sus compañeros de partido y de campaña a trabajar, estén o no capacitados. Sean necesarios o no… Y siempre hacen a un lado a los empleado sindicalizados… Piense usted cuánto dinero se ahorra el pueblo de Orizaba al reducir a una tercera parte a los empleados de confianza. Y eso aumentando el nivel de atención a los ciudadanos.
En un breve recorrido, nos muestra todas las salas rescatadas, que ahora son espacios de cultura para el visitante, local y foráneo, lo cual explica que el municipio haya tenido más de siete mil visitantes en el último año. Atractivos turísticos de todo tipo, parques de bolsillo (38 en total) que en promedio han costado $180,000.00 cada uno –nada más como comparación, los de Córdoba (ciudad vecina) cuestan no menos de $500,000.00 – Y han costado eso porque los construye el ayuntamiento de Orizaba con personal propio en lugar de hacer negocio con las constructoras de los amigos. Todas las zonas públicas estaban siendo utilizadas por ciudadanos… sin temor, sin riesgo. Además tiene arte sacro en abundancia, todas las iglesias arregladísimas por dentro aprovechando también el turismo religioso. Visión para tener siete campos deportivos de primer nivel con canchas de futbol, un zoológico atendido por el ayuntamiento que crece y crece, el teleférico que se ha convertido en una atracción nacional, y museos y más museos.
El ayuntamiento con recursos propios compró el castillo de Mier y Pesado para hacerlo centro de arte, cultura y sobre todo CENTRO DE CONVENCIONES. Allí no esperan que el gobierno federal los financie. Porque todo lo que tiene en sus manos el ayuntamiento excepto algunas cuestiones de cultura es autofinanciable y genera recursos… Por ejemplo la cafetería y los souvenirs de la plaza del teleférico generan $200,000.00 al mes.
Para beneficio del planeta, el ayuntamiento de Orizaba estableció el programa de separa la basura a cambio de vales, mismos que te sirven para pagar tu cuota de predial anual, agua y drenaje. E incluso, si obtuviste vales en exceso, el ayuntamiento en la fecha de pago anual te entrega dinero en efectivo. Cabe aclarar que la venta de productos reciclables genera alrededor de 10 millones de pesos anuales, mismos que benefician a la ciudadanía. No es negocio de los funcionarios en turno.
Algunos números para te indigne aún más lo que no han hecho y lo que han hecho todos los alcaldes de tu municipio para mejorar TU calidad de vida: Toda el agua se trata antes de regresarla al río. Son 1,400 empleados municipales contando también a los policías y agentes de tránsito. Cuando municipalizaron tránsito, las multas subieron de 200 a 4,000 al mes, ahora han bajado radicalmente, pues todo mundo es muy cuidadoso. Establecieron la política de cero tolerancia, lo cual provocó que en alguna ocasión el carro del obispo, el del alcalde y el del propio director de gobernación fueran levantados por la grúa y llevados al corralón… Todos tuvieron que pagar la multa respectiva para poder sacar sus vehículos. Allí no se permite el influyentismo de nadie.
Para evitar la corrupción el policía y tránsito, se elevó el salario cuatro veces, para que sea más importante cuidar el puesto que corromperse. Las denuncias de corrupción son verificadas de manera exhaustiva. Hay infinidad de chats, en los cuales los ciudadanos, los jefes de manzana, los líderes de agrupaciones, los líderes de opinión y ciudadanos distinguidos pueden comunicarse directamente con el alcalde y con su personal. Todas las peticiones son atendidas en un plazo no mayor a cinco minutos en el chat, y allí informan al ciudadano de las medidas a tomar, o de la imposibilidad de resolver un asunto que no compete al ayuntamiento.
La policía municipal esta capacitada tanto para el combate del delito común como el delito de alto impacto. Han logrado los mayores decomisos de armas y municiones de todo el país. Sus labores de inteligencia y vigilancia son de película, nada que ver con la realidad del resto del país. La capacidad de fuego y el equipo son de primer nivel. Y sobre todo, la capacitación a los policías y la depuración que se ha venido haciendo la convierten en una policía confiable, y a Orizaba la convierten en una ciudad segura, oasis en medio de tanto conflicto en todos los municipios vecinos.
Esa misma seguridad ha permitido que los negocios encuentren un entorno seguro, y ahora Orizaba no es nada más una ciudad industrial, sino también comercial y de servicios turísticos. Que además se diferencia del resto de los municipios del país, pues mientras las media de ingresos propios no rebasa el 15% de los ingresos totales en la mayoría. En Orizaba los ingresos propios representan el 48% del presupuesto de la ciudad, ya que hasta los campos deportivos generan ingresos mediante una cuota mensual de $100.00 que permite acceso a instalaciones de primer nivel, y con un mantenimiento adecuado. Cabe señalar que cuando se asumió la primera administración de el alcalde, los ingresos propios representaban el 28% del presupuesto municipal.
Hay un fondo que se llama FISM (Fondo de infraestructura y servicios municipales), que se ha tenido que devolver a la federación, pues todas las calles del municipio tienen banquetas, pavimento, guarniciones y el resto de servicios públicos que financía el FISM, de tal manera que al no haber en que utilizarlo, se evitó el volver a hacer obras ya realizadas, buscando que mejor lo aproveche otro municipio. ¿Dónde se ha visto que un municipio devuelva dinero?, normalmente harían agujeros para volverlos a tapar y gastar ese presupuesto.
Cuando se recibió la administración la primera vez, Orizaba tenía 2 y medio patrullas. Hoy tiene más de cien. Y para control absoluto del cuidado de armas, equipo y patrullas, éstos no se comparten entre los elementos. Se tiene que tener más equipo, y descansa un día, pero eso ha favorecido evitar que se maltrate o desaparezca lo cual a la larga ha generado grandes ahorros. Y en capacitación a policías se gasta alrededor de siete millones de pesos al año.
No se puede decir que Orizaba es una ciudad 100% segura, pero para su tamaño, ubicación y actividad económica es la ciudad más segura del estado de Veracruz, con un presupuesto municipal de cincuenta y nueve millones de pesos anuales, que han dado resultados… Cabe aclarar que como en todo México, hay asesinatos por contrato, de los cuales nadie se salva, y que son inevitables en cualquier lugar del mundo. Esta inversión ha permitido que en menos de cuatro minutos cualquier ciudadano tenga respuesta y atención personal ante la denuncia de cualquier delito. Es decir, la policía municipal tarda menos de cuatro minutos en llegar dónde se le solicite. Tiempo verificado por el Observatorio Ciudadano de Córdoba. (Según nos comentaron)
Circular por las avenidas de concreto de Orizaba es un placer, porque están recubiertas de un polímero que permite dos cosas muy importantes, la primera es evitar los accidentes por la falta de adherencia del concreto cuando está mojado, y la segunda, protege el concreto y le otorga mayor tiempo de vida útil, generando enormes ahorros para el municipio. Esta es una muestra más de que invertir a futuro siempre da resultado, sin importar quien será el próximo alcalde, si será del mismo partido o de otro, sino trabajar en bien de la ciudadanía.
Para terminar de llenar el hígado de piedras, el alcalde Diez nos informa que tiene en tesorería disponibles ciento sesenta millones de pesos, para poder participar en cualquier programa que exija paripasu (tu pones un peso federación yo pongo otro peso municipio) o para cualquier eventualidad que se presente en el municipio… Hay dinero de sobra, y no es porque sea pequeño, sino porque ha sido administrado con honradez y eficiencia, algo que le falta a TODOS los alcaldes del país sin excepción… Y si alguien quiere rebatir este comentario, le ruego que me pruebe con hechos el bienestar que se ha generado en su municipio, los ahorros y la generación de ingresos propios, además de asumir el interés de cumplir el mandato constitucional de otorgar seguridad a sus ciudadanos, responsabilidad directa de cada alcalde del país.
Después de ver, palpar, escuchar, y entender lo que un ciudadano mexicano (porque el alcalde no es Suizo ni Sueco ni Alemán), interesado en hacer las cosas bien, en evitar el reparto del botín que representa el presupuesto público, y sobre todo con ganas de mejorar su vida y la de sus conciudadanos, regresé a Córdoba con un mal sabor de boca, la bilis derramada y muy triste por las oportunidades perdidas en cada municipio del país, en cada estado del país y en cada presidencia de la República, que sólo nos ha dejado con unos cuantos funcionarios ricos, y con un país, estado, municipio, más jodido que cuando llegaron.
Por cierto, no todo es miel sobre hojuelas. El alcalde Juan Manuel Diez tiene fama de imponer sus decisiones, de muy mal carácter y de aplicar la ley a rajatabla…. Quien sabe si eso sea malo o bueno, pero para Orizaba el balance ha sido positivo.
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