El embajador de México ante la Santa Sede, Mariano Palacios Alcocer, dejará esta semana su misión diplomática en Roma por razones estrictamente personales.
Según confirmaron a Notimex fuentes de la embajada, el trabajo de Palacios se interrumpirá abruptamente este jueves cuando viajará a México para asistir a su esposa, Ana María González, en una situación relacionada con su salud.
Su última actividad oficial está prevista para el próximo miércoles 31 de agosto, cuando será recibido en audiencia privada de despedida por el Papa Francisco en el Vaticano. Un día después regresará a su país.
Ante su salida permanecerá como encargado de negocios de la legación diplomática el actual jefe de cancillería, Francisco de Paula Castro Reynoso.
Reconocido en los ambientes vaticanos como un fino y hábil diplomático, Mariano Palacios Alcocer fue designado como embajador de México ante la Santa Sede por el presidente Enrique Peña Nieto en abril de 2013 y su elección fue ratificada por el Senado el 25 de ese mes.
Nacido en Querétaro el 27 de mayo de 1952, a los 21 años fue electo como diputado en el Congreso de su estado. Luego se desempeñó como rector de la Universidad Autónoma local; además de senador y gobernador.
Ocupó el cargo de procurador federal de protección al ambiente y diputado federal en la 57 legislatura, secretario general de la Confederación Nacional de Organizaciones Populares (CNOP), y embajador de México en Portugal (1995-1997).
En 1997 fue designado presidente nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), puesto que ocupó hasta 1999, cuando fue elegido como secretario del Trabajo. En 2005 asumió por segunda ocasión la presidencia del PRI.
Durante su misión romana le tocó coordinar, entre otras cosas, dos visitas del presidente Peña Nieto al Vaticano y en el mismo periodo se logró concretar el viaje apostólico del Papa Francisco a México, en febrero pasado.