El Senado de Brasil retomó hoy la sesión del juicio a Dilma Rousseff, con un nuevo enfrentamiento entre defensores y detractores de la presidenta apartada, cuyo destino será votado previsiblemente mañana tras una nueva jornada maratónica de discursos.
Tras la comparecencia ayer durante 14 horas de Rousseff, suspendida de sus funciones desde el 12 de mayo pasado, la sesión fue reanudada este martes con enfrentamientos entre senadores.
Uno de los momentos más sorprendentes fueron las lágrimas de la abogada de la acusación, Janaína Paschoal, quien tras proferir un duro alegato contra Rousseff pidió perdón a la mandataria por “el sufrimiento causado”.
“Finalizó pidiendo disculpas a la señora presidenta. No por haber hecho lo que hice, sino por haberle causado sufrimiento. Sé que la situación que está viviendo no es fácil”, dijo Paschoal.
Jonaína Paschoal lidera el grupo de tres abogados que presentaron cargos contra Rousseff por haber supuestamente infringido la Constitución en su manejo de las cuentas públicas.
Ayer lunes, Rousseff se defendió durante más de 14 horas en el Senado y respondió a medio centenar de preguntas de parlamentarios para aducir una y otra vez que no cometió ningún “crimen de responsabilidad” punible con su inhabilitación definitiva.
Paschoal, acusada por el Partido de los Trabajadores (PT) de recibir pagos del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que perdió las elecciones presidenciales en 2014, llegó a invocar a Dios en la tribuna del Senado.
“Fue Dios quien hizo que varias personas, al mismo tiempo, se dieran cuenta de lo que estaba sucediendo en nuestro país”, aseveró.
Posteriormente fue el turno del abogado de defensa, el ex abogado José Eduardo Cardozo, quien volvió a hacer un paralelismo –como hizo ayer la propia Rousseff- entre los juicios a los que la presidenta fue sometida durante la dictadura militar y el proceso de “impeachment” actual.
“La mayor parte de la población brasileña no sabe por qué la inhabilitan”, dijo Cardozo, que aseguró que su juicio político es un intento de deponerla que inicia tras su reelección en 2014.
“Este proceso comienza en el minuto siguiente que Dilma gana las elecciones presidenciales”, aseveró Cardozo, quien explicó que los “resentidos de la derrota electoral y los que querían parar la Operación Lava Jato” se aliaron contra ella.
“Si quieren condenar condenen, pero no ensucien la honra de una mujer digna. Es absolutamente indigno este asesinato de reputación que se hace de Dilma Rousseff”, gritó, molesto, Cardozo, ex ministro de Justicia y quien conminó a varios senadores ex ministros a decir públicamente si Rousseff les pidió jamás saltarse la Constitución.
En su última frase, evocó la posibilidad de que los senadores o un futuro ministro de Justicia tenga que pedir a Rousseff disculpas en el futuro por un veredicto injusto.
“Pido a Dios que si Dilma Rousseff es condenada un nuevo ministro de Justicia le pida disculpas en el futuro. Si está viva, que le pida disculpas a ella de cuerpo presente, si no, a su hija y su nieta”, dijo Cardozo.
Este martes más de 65 senadores deben realizar un discurso de hasta 10 minutos cada uno antes de que, tras más de 11 horas de debates, inicie el proceso de votación.
Es previsible que la votación final se realice mañana miércoles, cuando los 81 parlamentarios decidirán si Rousseff es depuesta e inhabilitada de la vida pública por ocho años, o si vuelve a gobernar el mayor país de América del Sur.