No quiero entrar en cuestiones de semántica ni ser demasiado acucioso en cuanto a definiciones, porque además no me considero un purista del lenguaje, cuando escribo trato de hacerlo lo mejor posible y tener el menor número de gazapos. Y lo anterior lo comento porque está en marcha un ejercicio de planificación impulsado por el gobernador electo Miguel Ángel Yunes Linares, con el amplio respaldo –de calidad- de la Universidad Veracruzana. La ley estatal de planeación habla de que al inicio del periodo de gestión sexenal, el gobierno entrante dispondrá de cuatro meses para, mediante un proceso de consulta pública y amplia participación social, formular el Plan Estatal de Desarrollo del estado de Veracruz, ese es el nombre oficial.
La propia ley (56) que, entre paréntesis, es un ordenamiento legal muy claro y concreto en sus definiciones, conceptos y disposiciones generales, establece una serie de pasos que el Ejecutivo Estatal, como cabeza del sistema estatal de planeación democrática, deberá dar para integrar el plan, lo que implica organizar foros, consultas, etc., contando con la participación de los sectores organizados de la sociedad, jóvenes, mujeres, el sector privado y social organizado, los Poderes del Estado, los municipios, entre otros actores, con el fin de precisar los (grandes) objetivos estatales, estrategias, y prioridades del desarrollo del estado, determinando para ello los programas, responsables e instrumentos para su ejecución.
Hasta ahí todo bien, la verdad es que la LEP un ordenamiento envidiable por su claridad y redacción fluida, los invito a echarle una leída para que lo constaten, el problema no es ese, esta ley está diseñada para formular un plan en condiciones normales, es decir, un periodo de gobierno de seis años, y el próximo lo será pero solo por dos años, lo que le otorga condiciones especiales al proceso planificador, además de que, obligado por las mismas circunstancias, es un proceso a priori cuando debería ser a posteriori, es decir, con el gobierno en plena operación.
Y es aquí en donde entra en juego la función sintáctica, es decir, por las condiciones atípicas que ya mencioné atrás, creo que se debería considerar la posibilidad de integrar un documento práctico, conciso, claro y preciso que substituya al plan estatal. Esto es, de que se deje atrás el plan para pasar a un texto sencillo y esquemático que establezca insisto, con mucha claridad un determinado número de programas de gran calado, sectoriales y regionales, y un determinado número de proyectos prioritarios, los objetivos, los ejes, las estrategias y las metas específicas a cumplir en un periodo de dos años.
¿Cuáles van a ser las fuentes para determinar lo anterior? Hay varias fuentes, en primer lugar, las demandas sociales recogidas por el gobernador electo durante su campaña político electoral; en segundo lugar, las obras y acciones ya programadas que tengan pendiente su ejecución o estén en proceso cada uno de los 212 municipios; en tercer lugar, una o dos obras o acciones de gran impacto regional en cada una de las 8 regiones geográficas del estado, y en cuarto lugar, una o dos obras o acciones de impacto medio en cada uno de los 30 distritos electorales locales. Todo esto se complementará con lo que exprese la ciudadanía en buzones abiertos a través de las redes sociales. Lo anterior, más otro tipo de proyectos, acciones y obras estratégicas como por ejemplo, y voy a mencionar ocurrencias: escaleras náuticas, terminales portuarias, autopista Veracruz-Tlacotalpan, libramientos urbanos e interurbanos, substitución de pavimentos asfaltados por concreto hidráulico y alumbrado, caso Xalapa- Coatepec y Xalapa-Banderilla, y continuación del libramiento El Grande-Xico.
Por supuesto, aquí estamos hablando de proyectos de salud, educación, infraestructura (agua), cultura, servicios, turismo, empleo, entre otros que son necesarios. Es importante plantearse con mucha sensatez qué tanto se puede hacer y lograr en un periodo de 24 meses o 56 semanas o 730 días, sin contar días inhábiles, feriados y el año electoral que será 2017, el panorama se presenta muy complicado. Por ello será necesario establecer esquemas financieros muy claros de subsidiaridad en los que participe el gobierno federal, los municipios y el gobierno del estado o en los que participarán los tres niveles de gobierno de manera conjunta.
Pero lo que creo que es más importante, lo subrayo y lo pongo en la mesa como una recomendación, es la necesidad de promover esquemas de participación ciudadana para organizar a la sociedad y así estar en mejores condiciones de concretar acciones conjuntas de beneficio colectivo. Solo así será posible hacer mucho con poco en un periodo de tiempo tan corto.
Para el imprudente Nicolás Alvarado.- Nico, que es hijo de Tere Vale y que fue entenado del extinto político Miguel González Avelar –Nicolás se refiere a él como su padre-, a veces se pasa de imprudente. Lo que dijo de Juanga, que lo puede decir porque está en todo su derecho para hacerlo, no hace más que confirmarlo como el mamón y exquisito que es –‘Turrón de almendra’ le diría el doctor Rivera Zamudio-, pero sus comentarios respecto del ‘Divo’, por el tono y los términos usados, son muy desagradables, suenan a discriminación y homofobia. Nicolás tal vez no sabe que es mucho más divertido agarrar el pedo y tomarse unas copas hasta altas horas de la madrugada escuchando una buena selección de canciones de Juanga, que el Preludio 2 en E menor de Chopin. Yo ya lo intenté y de tan anticlimático que es, juro que hice a un lado el tequila y mejor me fui a dormir.
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