En estos últimos días, los medios de comunicación y el flujo de información han trabajado de forma constante, pues han ocurrido diversos acontecimientos que por supuesto arrojan comentarios desde muchas perspectivas, no siempre alentadoras pero enriquecedoras y con gran capacidad para hacer una reflexión de lo que debe hacerse bien y de lo que está haciéndose mal actualmente.
Aún con la posición oficial, debemos ser críticos de la acciones y de los acontecimientos que se han llevado por quienes llevan las riendas del país. Los ciudadanos y el que escribe estas líneas en particular, estamos convencidos de que las relaciones con otros países, y más aún cuando se está hablando de la relación que se pudiese generar con los Estados Unidos, sin embargo, debemos entender como población y las autoridades deben saber que por obligación, necesitan gobernar en conjunto con los electores, solamente así, pueden tener una sociedad informada y sobre todo crítica.
Habría que preguntarse la razón por ejemplo, por la que más autoridades exigieron traer a Donald Trump, justo un día antes del informe del Presidente. Parece que las mediciones no fueron del todo correctas, sin embargo entre este acontecimiento se abre una importante brecha que es necesario que atienda de inmediato y tome esta gran oportunidad.
Al haber traído al candidato Republicano, el Presidente debe empezar por legitimar sus acciones. Fue tanto la polémica de este acto, que este se convierte en el momento perfecto para tender verdaderamente un importante camino con uno de los candidatos, a sabiendas de que alguno de ellos será quien lleve las riendas de esa nación. Aquí la Presidencia de la República debe comenzar por mirar perfectamente más formas de generar acuerdos los Estados Unidos.
No obstante, las acciones que tomó el día de ayer el Presidente Peña Nieto en donde hizo una reforma de carácter estructural hacia dentro de su gabinete, responde a evaluaciones y a la resolución de diversas cuestiones que de alguna forma, venían estando latentes en el sexenio. Sin embargo, la destinación de un político de la talla de Meade Kuribreña a cargo de la Secretaría de Hacienda, es sin duda alguna una buena jugada, pues él ya se ha desempañado en ese cargo anteriormente y seguramente conoce todos los modelos que son necesarios para darle un nuevo rumbo a las cosas.
Con estos cambios es importante entender el objetivo principal; la renovación constituye uno de los puntos a favor en cualquier modelo de gobierno del mundo, sin este elemento no sería posible hablar de una relación y de una formación de acuerdos correspondiente para mejorar la calidad política y económica del país.
Si no se hacen cambio y si no se renueva la firma de hacer política, difícilmente habrá diferentes resultados