En sus tiempos de esplendor, Ricardo Moreno fue un ídolo del boxeo mexicano. «El Pajarito», un impresionante noqueador que fue campeón nacional pluma, pasò de la opulencia a la miseria en unos cuantos años. También conocido como «El Barretero de Chalchiuites» tuvo de todo: un Cadillac con tapones de oro, una residencia en el Pedregal de San Angel, una lancha para sus parrandas en el mar, un restaurante en Acapulco, donde prendía sus cigarros con biletes de cien pesos. Sin embargo cayó en el alcohol y las drogas, y se esfumó el dinero. Falleció pobre, a los 71 años. Con información de Carlos Hernández en «La Jornada».