«El panorama no le pinta bien al secretario de Hacienda, José Antonio Meade. La difícil situación económica por la que atraviesa el país aparece como un obstáculo mayor para sus aspiraciones presidenciales. La reducción del presupuesto 2017, también. Osorio, sonríe. Nuño, Narro y Eruviel también. La situación que heredó en Hacienda no es la idónea. La economía no camina como debiera. Necesitaría un milagro para posicionarse en las preferencias electorales. ¡Tan a gusto que estaba en Sedesol con el reparto de recursos! Pasó de Santaclós a recaudador de impuestos».