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Notimex

Jefes de Estado de Arabia Saudita e Irán se acusaron ante la Asamblea General de la ONU de constituir las principales amenazas para la estabilidad del Oriente Medio, con lo que llevaron al campo diplomático el enfrentamiento que mantienen en la región.
Hasan Rouhani, presidente de Irán, expresó este jueves que los sauditas deberían emprender en la región una política basada en el respeto por los países vecinos en el Oriente Medio y que deben dejar de patrocinar lo que consideran falsas enseñanzas sobre el Islam e ideologías del odio.

“Si el gobierno saudita es serio acerca de su visión para el desarrollo y la seguridad regional, debe cesar y desistir de sus políticas divisivas, de expandir su ideología de odio y de inmiscuirse en los derechos de sus vecinos”, fustigó Rouhani.

Destacó que la región está en crisis de seguridad debido a la ineficiencia de los gobiernos y a la falta de “genuina democracia” que no contiene elementos de “participación real”.

Las declaraciones de Rouhani parecieron hacer alusión al apoyo que aparentemente ofrece Arabia Saudita a combatientes en Siria, así como a la coalición militar saudita, que desde hace un año lanzó una ofensiva aérea en Yemen, en apoyo al gobierno de ese país.

Mientras tanto, Irán ha sido acusado de respaldar a las milicias houthies que tomaron parte del gobierno de Yemen, además de que otros informes apuntan a la influencia de Irán en Siria como un factor de apoyo al presidente Bashar al-Assad.

En su intervención, el príncipe Mohamed bin Nayef bin Abdul Aziz, viceprimer ministro de Arabia Saudita, expresó el miércoles que su país debe enfrentar “los continuos desafíos” que presenta Irán, que a su juicio apoya a “milicias terroristas”.

“Con el apoyo de Irán a milicias terroristas en Bahréin, Kuwait, Yemen, Irak, Siria y Líbano, entre otras áreas, la región enfrenta un serio peligro de que su seguridad sea desestabilizada”, dijo Abdul Aziz.

Al igual que hizo Rouhani con Arabia Saudita, el viceprimer ministro saudita acusó a Irán de “diseminar discursos sectarios” en la región, lo que ha generado como resultado la prolongación de los conflictos y las divisiones.

“El gobierno del Reino de Arabia Saudita llama a la República Islámica de Irán a desistir de todas sus políticas de discriminación, racismo y sectarismo, y a que empiece a construir relaciones positivas con sus vecinos”, enfatizó Abdul Aziz.