La realidad de nuestro municipio impone la necesaria alternancia en su Gobierno, en el Ayuntamiento; es cuestión de hechos y deseos, pero más, mucho más, de las realidades que estamos viviendo; hay un agotamiento y tendencia a la descomposición del modelo actual de Gobierno, con líneas de apoyo a los privilegiados, a las elites, apego a prácticas clientelares y una mera administración de los recursos, sin que se asome una visión de desarrollo democrático; con un par de fallidas excepciones siempre ha gobernado el PRI en Xalapa, sin incorporar mejores prácticas de Gobierno y sin asumir un pleno compromiso democrático; eso debe cambiarse. Otro factor a tomar en cuenta es la alternancia ocurrida a nivel Estatal, por lo que también se impone su homologación municipal. Para aprovechar el impulso transformador y coordinar ciertas políticas públicas sería importante y oportuno que se emparejaran las alternancias en ambos niveles como una experiencia de cambio conjunto, con una línea común y el impulso a metas de mayor nivel cualitativo.
La alternancia supone que el PRI entregue el poder político de nuestro municipio, lo cual no será difícil dado el desplome espectacular del partido tricolor en Xalapa; no se ve como pueda mantener su mayoría en el Cabildo, ya sin peso en el ánimo ciudadano en virtud del desastroso papel jugado a nivel Estatal, con un Gobierno de mala imagen y fallidos resultados al menos en los últimos doce años; prácticamente no tiene candidatos competitivos, saldrá con alguien pero solo para llenar el requisito. Es altamente probable que se desfonde sin el respaldo popular y por la fuga que sufra de muchos de sus grupos, de los que siempre han querido regidurías y ahora tienen la oportunidad de alcanzarlas si se van como planilla independiente. En ese escenario el PRI la tiene sumamente difícil y es firme candidato a la derrota en estas próximas elecciones.
En ese sentido las posibilidades son mucho mayores en MORENA y la coalición PAN-PRD siempre y cuando cuiden las formas democráticas a la hora de definir sus candidaturas. En MORENA ocurre un fenómeno ya observado en la trayectoria del PRD, la de una incipiente descomposición, solo que al partido del sol azteca le ocurrió a una década aproximadamente, mientras que, a MORENA, apenas le lleva un par de años cuando mucho; me refiero a la división, es decir, la pluralidad no reconocida y correctamente procesada, a la transgresión de la legalidad electoral, con sus candidatos adelantados o provenientes del PRI y, lo peor y más nocivo, la carencia de autocritica y una sobrada actitud de soberbia, pensando que ya tienen en la bolsa los triunfos, sin unir, planear, luchar y convencer; con esa actitud se pueden llevar una desagradable sorpresa y golpearse la frente. Si no analizan correctamente la coyuntura municipal, si creen que la gente vota igual siempre y por quien sea, pueden llevarse una terrible decepción.
La otra fuerza viable para lograr la alternancia y ganar la mayoría en el cabildo es la coalición PAN-PRD, sin embargo pueden cometer errores básicos que le hagan más difícil o imposible lograrlo; si creen que es fácil, se equivocan; si no se abren, pierden; si les gana el triunfalismo, pierden; si no procesan correctamente, si no hacen consensos, si no respetan, pierden. Se requiere la serenidad y apertura necesarias para convocar, escuchar a los diversos y hacer transparente su proceso interno, por estrategia electoral pero también por compromiso democrático. Sería normal y muy positivo que la coalición avanzara con gobiernos municipales, especialmente los municipios grandes, en ellos Xalapa. Todos los partidos tienen el mismo deber de la trasparencia y la apertura, no son dueños de los cargos públicos, ya es hora de que eleven su mira y asuman un compromiso mayor con la ciudadanía y la democracia.
En forma muy marginal, excepto en MORENA que se presenta como algo nuevo y actúa a la antigüita, ya se empiezan a ver movimientos de ciertos aspirantes a la presidencia de Xalapa, todavía en forma muy tímida y eufemística; aparecen algunos nombres que parece que quieren ser candidatos, sin quedar claro si van por partidos o de manera independiente; lo que no se ve por ningún lado son las ideas, las propuestas y los proyectos para nuestro municipio, siendo esa parte, vital, la principal carencia del proceso que llevara a la renovación del Ayuntamiento Xalapeño. Ese vacío se tiene que llenar, con ellos o con quien sea, pero hacerlo en bien de las necesidades de Xalapa, no puede ser que cualquiera se anote y no tenga ni el diagnostico ni los planteamientos de fondo para nuestro municipio; hace mucha falta que se hable de nuestras carencias, de las debilidades que nos abrazan y también de nuestras fortalezas y de nuestros valores. Para tal fin se requieren pronunciamientos claros y oportunos, foros y debates.
A mi parecer la carencia más importante, que incide en todos los problemas del municipio, es la inmovilidad del Cabildo, porque no lo dejan o porque no quiere; es urgente que asuman su papel como representantes de la ciudadanía, entendiendo que están ahí para opinar, proponer y ejercer; siendo un cabildo plural, es verdaderamente urgente que alcen la voz, que defiendan causas del municipio en el presupuesto, en las agresiones que sufrimos de hordas primitivas, en la seguridad, en los programas sociales y en la participación ciudadana. El cabildo puede ser un autentico Gobierno si se lo propone, sin tener que reproducir el presidencialismo anacrónico que se ha manejado tradicionalmente. Es mucho lo que se puede hacer si los ediles se ponen a trabajar, si dejan de ser simples compañías del presidente, si alzan la voz en lugar de la mano, si dejan de cuidar sus propios intereses y abrazan causas de la ciudadanía.
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Recadito: Con un cabildo democrático habría freno a las hordas primitivas que atacan a Xalapa.