El secretario de Desarrollo Económico (Sedeco) del Gobierno de la Ciudad de México, Salomón Chertorivski, impugnó ante el Instituto Nacional de Acceso a la Información (INAI), la negativa de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) de dar a conocer su informe sobre los estudios realizados para determinar la necesidad de aumentar los salarios mínimos.
En un comunicado se informó que en el recurso interpuesto por Salomón Chertorivski, se deja en claro que la propia Conasami se comprometió, el 25 de septiembre de 2014, a elaborar el “Informe final que contiene los resultados de las investigaciones, estudios efectuados y sugerencias de los trabajadores y patrones”.
La Conasami reconoce que el documento requerido sí existe, no obstante, considera que puede negar el acceso a él, porque ahora mismo sostienen “un proceso deliberativo”.
El Titular de la Sedeco subrayó que el documento requerido se denomina precisamente “Informe final”, es decir, luego de dos años ha concluido y le han sido entregadas a la Conasami las investigaciones realizadas por diversas instituciones nacionales e internacionales, por lo que evidentemente la deliberación ha concluido.
La impugnación del Secretario Chertorivski destaca que al negar el acceso a ese documento, la Conasami no sólo incurre en una violación al derecho de acceso a la información, sino que además compromete la seriedad y las buenas prácticas de transparencia con las que trabajan instituciones tan respetables como la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Banco Mundial (BM), e Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), entre otras.
Cabe recalcar que por ley la Conasami debe decretar el salario mínimo de 2017, a más tardar en diciembre de este año, por lo que resulta insostenible la reserva de un año al informe.
Salomón Chertorivski argumentó en su impugnación que la negativa a entregar el estudio solicitado obstaculiza el propósito fundamental del derecho de acceso a la información: Conocer si la política salarial en México está bien construida y bien fundamentada, y si existen alternativas económicas viables para garantizar que quien trabaja honestamente perciba lo suficiente para salir de la pobreza extrema. (Con información de Radio Fórmula)