Para el maestro Lucas Pacheco

Un destacado veracruzano que ejerció con pasión su carrera de abogado siendo diputado, senador por el partido liberal moderado, consejero de estado, candidato a la presidencia de nuestro país, miembro de la Academia Mexicana de la lengua, escritor y diplomático.

En el libro Obras Opúsculos varios, publicado en el año de 1898 por don José Bernardo Couto viene una interesante reseña de su vida de donde extraigo apenas pequeños trazos para conocer la vida de este ilustre orizabeño, resaltando sus servicios a la patria a mediados del siglo XIX como también lo hicieron Quintana Roo, Riva Palacio y Alamán solo par citar algunos, a quienes la política no mató, ni intimidó su amor por las letras.

Nació el 29 de diciembre de 1802 en la ciudad de Orizaba su padre fue don Blas Couto originario de Galicia y su madre la señora María Antonia Pérez nacida en Tuxtla en ese entonces Villa perteneciente al departamento de Veracruz, llega a Orizaba después de un fuerte incendio en la región que arrasa con parte de la propiedad de sus padres y es en donde conoce a don José y contraen nupcias, el era viudo de la señora Rosa Allende. De sus dos matrimonios tuvo 27 hijos la mayoría destacados tanto en España como en México.

José Bernardo realizó sus primeros estudios en su ciudad natal, a los 15 años viaja a la ciudad de México a proseguir su enseñanza superior, en 1818 cursa latín, dos años después ya era becario, sus estudios de Filosofía y posteriormente Jurisprudencia los culmina con las más altas calificaciones titulándose el 9 de agoto de 1827, al año siguiente ya era diputado en la Legislatura de Veracruz, más tarde fue diputado y Senador federal, en 1842 fue Consejero de Estado cargo que tuvo por muy poco tiempo, durante la presidencia del xalapeño José Joaquín Herrera.

Tras la injusta invasión norteamericana a Bernardo Couto le toca la comisión para las negociaciones de paz durante dos periodos presidenciales como lo menciona José María Roa Bárcenas en su obra Recuerdos de la Invasión Norteamericana, firmándose la paz mediante el tratado de Guadalupe Hidalgo.

La primera incursión en las letras la hace en un amplio informe sobre el desagüe de Huehuetoca, adjudicado al doctor Mora, dos años después gana un importante concurso, escribió en al Monitor Republicano en donde fue censurado por su posición con respecto a la iglesia por la propuesta del Papa León XII que conminaba a los obispos de América para que predicaran en contra de la independencia de la antiguas colonias españolas.

Entre sus cuentos aun se recuerda La mulata de Coódoba y La historia de un peso

Escribió el texto Discurso sobre la Constitución de la Iglesia, importante para su época, participó en la elaboración del renombrado Diccionario Universal de Historia y Geografía publicado a mediados del siglo XIX, en 1860 escribió la Biografía de D. Manuel Carpio, incursionó en otros géneros literarios publicndo en Colección de poesías mexicanas. Su obra más pulida y bella fue Dialogo sobre la historia de la pintura en México que acabó de corregirlo tres días antes de su muerte.

Fue presidente de la junta directiva de la Academia de San Carlos de 1852 a 1861 apoyando su restauración y promoviendo la pintura y la escultura con obras colosales para su época como la de Cristóbal Colón para el cuarto centenario del acontecimiento.

En 1854 por decreto Antonio López de Santa Anna promulgó la formación de la Academia Mexicana de la Lengua, en dicha gestión José Bernardo Couto fue electo miembro de número, pero derivado de la Revolución de Ayutla Santa Anna huye del país disolviéndose la Academia.

Fue nombrado Académico de la Lengua en España una distinción concedida a contadas personas, miembro honorario de la Sociedad de Geografía y Estadística y Rector del colegio de Abogados de 1860 en adelante.

Faleció el 11 de noviembre de 1862, sus restos reposan en el coro alto del Sagrario Metropolitano, hoy Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

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