Buen día apreciado lector:

Verdadero viaje relámpago el de los magistrados Alberto Sosa Hernández, Jorge Espinoza Castillo y Andrés Cruz Ibarra, el pasado lunes a Coatzacoalcos.

Con espíritu solidario fueron a expresar su sentido pésame al compañero magistrado Edel Alvarez Peña, ante la muerte de su padre Don Silvio Alvarez Salamanca, quien, me cuenta el periodista Rolando Quevedo, por su sencillez y bonhomía, fue muy querido no solo en el sur sino en su región natal de la cuenca del Papaloapan.

Salida en camioneta a eso de las 12.30 del Palacio de Justicia, ruta Cardel-Paso del Toro-Cosamaloapan-Acayucan-Minatitlán y Coatzacoalcos, a las cuatro de la tarde ya estaban en la funeraria.

Una hora después a echarse una ligera comida y salir de inmediato de regreso y por la temida autopista.

Un trayecto de ida y vuelta de diez horas a través de las carreteras veracruzanas que en algunas regiones como esa de Córdoba-La Tinaja- Coatzacoalcos que de día están para llorar, dijera Gilberto Hazz y para infartarse por la noche ante tanta inseguridad, pues las patrullas de la policía o el ejército no se ven por ningún lado y a ninguna hora. Con razón todo mundo acelera aquí como loco.

Con unos buenos cachuates japoneses, la compañía musical de Chente Fernández para aligerar el trayecto y sobre todo con la pericia y experiencia del conductor Francisco Romero y una sola parada al baño en Cosamaloapan la plática resultó entretenida.

CUANDO ASH PRESENTO SU EXAMEN EN LA FACULTAD

Superando kilómetros y más kilómetros la charla y la anécdota nostálgica se hizo propicia para recordar las épocas difíciles de la juventud de Sosa Hernández en Lerdo, de Espinoza Castillo en Coatzacoalcos y de Cruz Ibarra en Orizaba; de su paso por la facultad de Derecho y de aquellos sabios maestros como el ingenioso y sabio Víctor Manuel Hernández Flores, Don Luis Espinosa Gorospe, Jaime Zapata, Haydeé González Rebolledo, Ignacio Telésforo Vargas Andrade, Othoniel Rodríguez Bazarte, Lauro Altamirano y muchos buenos maestros que siempre mostraron a todo el mundo el Don natural de la nobleza que siempre los acompañó en vida.

Amena la charla que aprovechó Sosa Hernández para, a propósito, comentar a sus compañeros de viaje que no hace mucho un columnista publicó que él no tuvo que elaborar una tesis para titularse porque se tituló “por promedio de excelencia”.

“De ninguna manera”, dijo el magistrado presidente, “ya se lo aclaré que eso no es cierto. Como todo estudiante normal tuve que presentar examen; recuerdo creo fue un cuatro de diciembre del 76…, tuve de sinodales entre otros a doña Haydeé González y al licenciado Vargas Andrade”, explicó.

Otro tema que obviamente era obligado y naturalito, fue el de la próxima sucesión en el Poder Judicial y entre bromas y veras los tres admitieron que será una elección sin precedente pues los magistrados del minipleno tienen a muchos aspirantes para escoger como doña Yolanda Cecilia Castañeda Palmeros que fue la primera en dar a conocer su proyecto y propuestas y así como ella, otra mujer, como es el caso de doña Concepción Flores Saviaga, cuyo destape es inminente.

Afortunadamente el viaje transcurrió sin problemas y alrededor de las diez de la noche ya estaban en la capirucha.

Tenga el lector un fin de semana lleno de armonía.

gustavocadenamathey@nullhotmail.com