El acuerdo climático de París entrará en vigor el 4 de noviembre, con el respaldo de una coalición de los países más contaminantes del planeta y países insulares amenazados por el aumento en el nivel del mar.
El secretario general de la Organización de la Naciones Unidas (ONU), Ban Ki-moon, definió el sólido respaldo internacional al acuerdo como “prueba de la urgencia para tomar acciones”.
El portavoz asistente de Naciones Unidas, Farhan Haq, dijo que la Unión Europea y otras 10 naciones presentaron el miércoles sus instrumentos de ratificación. El porcentaje de emisiones que ellos representan superó el 55% del límite establecido para que entrara en vigor el tratado, subrayó.
Haq dijo que las 10 naciones fueron: Austria, Bolivia, Canadá, Francia, Alemania, Hungría, Malta, Nepal, Portugal y Eslovaquia.
“Me complace anunciar que hoy el Acuerdo de París cruzará el segundo y último umbral necesario para entrar en vigor a partir del 4 de noviembre de 2016”, dijo Ban en un comunicado emitido desde Europa. “El momento global para que el Acuerdo de París entre en vigor en 2016 fue destacable. Lo que alguna vez pareció impensable ahora es imparable”.
Para entrar en vigor, el acuerdo requería que 55 países, que representaran al menos 55% de las emisiones globales de gases de invernadero, lo adoptaran. Hasta el martes, ya lo habían aceptado 62 países, pero solamente representaban 52% de las emisiones.
Un sitio web de Naciones Unidas decía que para la tarde del miércoles, 73 de los 197 integrantes del tratado, que representan el 56,87% de las emisiones de gas efecto invernadero en el mundo, habían depositado sus elementos de ratificación.
Obama recibió la noticia con un discurso especial en la Casa Blanca.
“Hoy, el mundo enfrenta al momento”, comentó el mandatario. “Si nos apegamos a los compromisos señalados en este acuerdo de París, la historia bien podría definirlo como un punto de inflexión para nuestro planeta”.
El Acuerdo de París compromete tanto a los países ricos como a los pobres a tomar medidas para limitar el aumento en las temperaturas mundiales, un fenómeno que está derritiendo glaciares, elevando los niveles del mar y alterando las lluvias. Exige a los gobiernos presentar planes nacionales para reducir emisiones de gases y limitar el aumento de temperatura a menos de 2 grados Celsius (3,6 grados Fahrenheit).
Aunque las metas estipuladas por el acuerdo no son de carácter obligatorio, sí se le exige a los países reportar sus emisiones y el progreso que hayan conseguido en los planes entregados a la ONU. Los países tienen que mantener esos planes, actualizarlos cada cinco años y tomar medidas para alcanzar las metas fijadas.
El acuerdo fue firmado el 22 de abril del 2016 y ratificado en un período corto, reflejando el apuro que había en sellar el pacto antes de que culminen los períodos del secretario general de la ONU Ban Ki-moon y del presidente estadounidense Barack Obama.
La candidata demócrata Hillary Clinton apoya el acuerdo, mientras que el republicano Donald Trump se opone.