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Feminismo es una de las palabras más usadas en los últimos tiempos, sin embargo seguimos sin entender su significado, muchas veces la palabra, el intento de una búsqueda de igualdad y de luchar por los derechos de las mujeres se ha malinterpretado como sinónimo de odio hacia los hombres o un intento frustrado de intentar ser como ellos. Nada más erróneo que esto. La búsqueda de la igualdad de género va tras igualdad de condiciones, de salarios, de poder desarrollarnos plenamente en los roles elegidos y saber que tenemos las mismas oportunidades para triunfar en la vida y alcanzar cada una de las metas propuestas.
Habrá quienes crean que la búsqueda de equidad es cosa del pasado, pero basta con ver nuestro entorno para darnos cuenta de que no es así, que para las mujeres sigue siendo muy complicado tener un buen puesto laboral, alcanzar las posiciones deseadas en ámbitos políticos y no ser sólo encasilladas en los roles de familia. En México sigue existiendo arraigado el machismo, pero esta condición no es única de nuestro país, las declaraciones misóginas de Donald Trump, las amenazas que recibió Emma Watson al comenzar con su labor en la ONU, los atentados a mujeres que buscan estudiar en oriente e incluso el reflejo de los estereotipos en la industria del entretenimiento son una muestra de que si bien hemos avanzado aún no alcanzamos la verdadera meta.
En la semana vi la última comedia mexicana protagonizada por Bárbara Mori, y más allá de la crítica cinematográfica si algo puedo rescatar de la película son las múltiples frases que más de una vez hemos escuchado, ¿Y tú para cuándo te casas? O ¿Cuándo los hijos?, la idea de que una mujer sólo está plenamente realizada con una familia es tan obsoleta como pensar que los hombres no pueden disfrutar por igual de la paternidad. En nuestro siglo las reformas de cuidado a la familia también deberían estar dirigidas a los hombres, como en algunos países que al tener un hijo tanto el padre como la madre gozan de un tiempo para disfrutar de la experiencia, en cambio en muchos otros como México este derecho es exclusivo de las mujeres, como si sólo fuese obligación de ellas ver por los hijos.
De igual forma en la vida laboral está muy estigmatizado qué papel puede desempeñar cada género, a una mujer le toma mucho más tiempo poder llegar a grandes puestos directivos y son pocas las empresas que van apostando a la igualdad de condiciones, sin embargo cuando se dan la oportunidad de generar los espacios adecuados de trabajo las cosas funcionan mejor para todos, se fomenta ese cambio de chip tan necesario en el que entendemos que ambos géneros pueden trabajar hombro con hombro y no alguien detrás del otro.
Existe un vídeo viral en internet en el que una niña se queja por lo sexista que a veces resulta incluso la moda, las playeras de hombres los llaman héroes, los invitan a buscar aventuras en tanto que la gran mayoría de las que se estampan para mujeres resaltan nuestra belleza y fabulosidad como único mérito. Ver la reacción de una pequeña ante este tipo de hechos impacta, porque vemos cómo desde temprana edad se nos definen los roles.
Creo firmemente como en el último vídeo publicado por Emma Watson que estamos por alcanzar una gran meta, que no será fácil vencer algunos obstáculos, pero que la lucha no sólo debería ser de las mujeres sino también de los hombres, que para comenzar es necesario que entendamos los conceptos y no confundir argumentos absurdos con el esfuerzo que múltiples generaciones han hecho durante años. Ser feminista no se reduce a pagar la cuenta, no implica que dejemos de disfrutar con la caballerosidad, sino entender que podemos sentirnos halagadas con pequeños detalles pero estos no son obligación de nadie.
Lo que verdaderamente es nuestra obligación es trabajar por disfrutar cada etapa, cada ámbito en el que deseemos desarrollarnos. Entender que hay múltiples roles en los que las mujeres pueden triunfar y que la realización del género no se limita a formar una familia, incluso que habrá quienes tengan prioridades distintas a ello, lo cual no implica que sean inhumanas. Seguir alcanzando puestos como Mayra González, la primera mujer en dirigir una empresa como Nissan, trabajemos como sociedad por cultivar esta gran área de oportunidad.
Mujer si estás leyendo esto vive tu vida como quieras vivirla y no como durante años te ha enseñado la sociedad y si eres hombre únete a la causa de fomentar equidad, de construir espacios donde podamos competir justamente por un buen puesto, dónde dejemos de lado el machismo que también daña a muchos hombres por no permitirles disfrutar de la otra cara de la moneda, en la que entendemos que también sienten y que su obligación no se limita a ser proveedores de familia. Juntos logremos hacer a un lado las etiquetas y frases que nos encasillan en roles que no necesariamente son los únicos que queremos.