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EFE

El embajador de Afganistán en Islamabad anunció hoy que ha contratado a abogados para defender a la mujer afgana que se hizo famosa por sus ojos verdes en una portada de “National Geographic” en 1985 y que fue detenida en Pakistán por posesión ilegal de un documento de identidad paquistaní.

“Espero que Sharbat Gula sea liberada en los próximos dos días y se reúna con su familia”, escribió el jefe de la misión diplomática afgana, Omar Zakhilwal, en su cuenta de Facebook.

Gula, inmortalizada de niña por el fotógrafo Steve McCurry, fue arrestada ayer en la ciudad de Peshawar por presuntamente obtener documentos de identidad paquistaníes para ella y dos supuestos hijos tras sobornar a tres funcionarios, y se enfrenta a 14 años de cárcel.

El diplomático explicó que ha contratado a “prestigiosos abogados” para solucionar la situación a través de canales legales, tras hablar con la familia de la mujer.

Zakhilwal indicó que espera que Gula pueda regresar pronto a Afganistán, donde el presidente del país, Ashraf Gani, le regalará una casa.

Gula estaba tratando precisamente vender su casa en Pakistán para volver a Afganistán ante la presión del Gobierno paquistaní para que los cerca de tres millones de refugiados afganos se vayan del país.

“Se suponía que después de ser redescubierta por ‘National Geographic’ debería haber tenido ayudas y hallarse en una mejor situación económica, pero no ha sido así. Su marido murió y tiene que ganar el sustento para sus cuatro hijos”, indicó Zakhilwal.

El afgano hacía así referencia a que la prestigiosa revista estadounidense y McCurry la buscaron y fotografiaron de nuevo, 17 años después de aquella mítica portada de “National Geographic”.

El fotógrafo se comprometió ayer, tras conocer la situación de la llamada “Mona Lisa de Afganistán”, a “hacer todo lo que pueda para ayudarla legal y financieramente”.

“Ha sufrido toda su vida y su arresto es una enorme violación de sus derechos humanos”, escribió el estadounidense en su página de Facebook.

Gula fue inmortalizada por McCurry en un campo de refugiados de Peshawar en 1985.

Su rostro envuelto en un pañuelo rojo y sus poderosos ojos verdes convirtieron la imagen de la niña en un icono de la fotografía contemporánea.