Italia empezó este jueves a evaluar los daños del segundo gran terremoto en dos meses en el centro del país, que dejó miles de desplazados a los que obligó a desalojar sus casas aunque por el momento no se han registrado víctimas.
Durante la noche y bajo la lluvia, los servicios de protección civil buscaron refugio para centenares de personas que tuvieron que abandonar sus casas tras dos temblores consecutivos el miércoles de 5.5 y luego 6.1 grados.
Sin embargo muchas de ellas prefirieron quedarse en sus coches por temor a las réplicas, algunas de las cuales llegaron hasta 4.6 grados.
«El sismo fue muy fuerte, apocalíptico, la gente gritaba en las calles, no había luz. Nuestro pueblo está acabado», lamentó Marco Rinaldi, el alcalde de Ussita, un pequeño pueblo de la región de Las Marcas, situado cerca del epicentro.
Fue en esta localidad a 600 metros de altura donde el terremoto se sintió más, aunque los dos temblores se notaron también en todo el centro de Italia y hasta Roma, la capital, donde muchas personas salieron corriendo a las calles.
«Los daños son importantes pero por el momento no hay ninguna operación en curso de búsqueda entre los escombros», dijeron el jueves los servicios de protección civil en un comunicado.
«Teniendo en cuenta la intensidad de las réplicas, el balance, si se confirma la ausencia de muertos y heridos graves, es milagroso», aseguró por su parte el jueves en la radio el ministro del Interior, Angelino Alfano.
Los servicios de protección civil indicaron que hay un herido leve y varias personas acudieron a urgencias en la región por heridas o desmayos. Un carabinero indicó por su parte que un hombre de 70 años falleció en Tolentino, cerca de la zona más afectada, probablemente de un ataque al corazón.
«Ahora mismo hay varios helicópteros volando para reconocer la zona con la luz del día y tendremos una idea más precisa de los daños», añadió el ministro, e indicó que se han desplegado cerca de mil bomberos y 450 vehículos de rescate, entre ellos cuatro helicópteros.
Un centenar de réplicas
Según Giuliano Pazzaglini, alcalde de Visso, cerca de Ussita, dos tercios de los edificios del pueblo son ahora «inutilizables».
El centro histórico de Visso estaba totalmente cerrado con vallas y la policía pidió a los periodistas no acercarse a los edificios, muchos de ellos medio derrumbados.
«Hay varios miles de personas desplazadas» tras los temblores y la prioridad es buscarles refugio, dijo Cesare Spuri, responsable de la protección civil de Las Marcas.
En otoño e invierno la temperatura en esta región puede alcanzar los -10°C.
Los dos temblores del miércoles fueron de 5.5 grados (a las 19 horas 10, 17 horas 10 GMT) y de 6.1 (21 horas 18, 19 horas 18 GMT), según el Instituto Nacional de Geología y Vulcanología (INGV).
El primer temblor salvó probablemente muchas vidas porque la gente huyó de sus casas y ya estaba fuera cuando llegó el segundo, más potente.
Los epicentros de los dos temblores se situaron a pocos kilómetros al norte de la región de Amatrice, la región devastada el 24 de agosto por otro sismo que dejó 300 muertos. También están cerca de L’Aquila, donde en 2009 un terremoto dejó 300 muertos.
Esos dos sismos se habían producido en plena noche.
Por precaución, las escuelas permanecieron cerradas el jueves. Cincuenta pacientes de varios hospitales fueron evacuados, así como una residencia universitaria y un asilo de ancianos.
También fueron llevados a una prisión de Roma los detenidos del centro de Camerino.