CIERTO ES que no es la primera ocasión en que Palacio de Gobierno, se ha visto ocupado y prácticamente secuestrado, pues el gobierno de Javier Duarte de Ochoa, lo mantuvo así por casi seis años.

Hasta antes de que Flavino Ríos Alvarado, tomara posesión como Gobernador interino, las puertas de Palacio, permanecían cerradas y custodiadas por elementos policiacos y personal de la propia Secretaría de Seguridad Pública.

Había miedo a todo lo que se moviera en torno a las oficinas que se encuentran dentro de este histórico edificio al cual se le ha llamado la Casa del Pueblo, aunque en la realidad, ha sido el lugar desde donde se han dictado muchas de las instrucciones gubernamentales.

Sin embargo, el nuevo Gobernador del Estado, instruyó que desaparecieran los retenes policiacos en Palacio, abriéndose las puertas para todos los veracruzanos que quisieran entrar, pues se ha dicho también, que esta es una forma de acercamiento del gobierno del Estado, con todos los ciudadanos de esta entidad.

Y tuvo razón el Gobernador Ríos Alvarado, a tal grado que apenas se conoció la medida, ésta fue aplaudida por todos.

Pero también dio paso para que ahora las manifestaciones y presiones de carácter político se internen en los espacios de la sede gubernamental, aprovechando esta oportunidad.

Alcaldes perredistas, primero, y ahora también los panistas que se sumaron a estas acciones, han secuestrado, una vez más al Palacio de Gobierno. Lo hacen sin el consentimiento de los dueños que son los propios veracruzanos, consumándose el despojo, tal y como lo hiciera el ex mandatario estatal, ahora en fuga y quien se creyó dueño de todas las instalaciones que forman parte de la administración estatal.

Desde luego, que en estas acciones se nota un claro ejercicio político, pues existen instancias como la propia Secretaría de Finanzas, que tiene su domicilio ampliamente conocido para que ahí se lleven a cabo las gestiones necesarias, aunque tampoco procede la toma de sus instalaciones como parte de las estrategias políticas para ejercer presión sobre el titular de la dependencia y desde luego, en contra del mismo Ejecutivo Estatal.

En fin, que el respeto a Palacio de Gobierno, ya se había perdido en el anterior gobierno duartista, rescatándolo el nuevo Gobierno del Estado, pero ahora, nuevamente despojado por los señores alcaldes de extracción perredista-panista, que en aras de cobrar los recursos pendientes se han apropiado del propio edificio que pertenece a los veracruzanos en general y no solamente a unos cuantos alcaldes que hasta de hotel lo han tomado.

Así, Palacio de Gobierno, sede del gobierno estatal, se encuentra en calidad de rehén de alcaldes veracruzanos, que presionan para que se les paguen los recursos pendientes y que fueron utilizados por la anterior administración estatal.

Es hasta ahora que han venido a posicionarse de Palacio, cuando debieron hacerlo antes, cuando todavía el inquilino gubernamental, lo era el Gobernador, con licencia Javier Duarte de Ochoa, quien tenía los recursos en sus manos o en su bolsillos, como mejor parezca, porque ahora que se ha ido, tales recursos no aparecen por ninguna parte y es más difícil hacerlos llegar a sus destinatarios.

Aún con todos estos problemas de la falta de dinero en las arcas del Estado, el Secretario de Finanzas, se ha responsabilizado de la situación y ofreció pagar, se tiene entendido, en este día, cuando se supone que habrá recursos procedentes de la federación, los cuales serían parte del llamado rescate económico de la entidad.

Por ahora, son los perredistas y los panistas, los que exigen, a base de presiones políticas el pago de los recursos pendientes. Se espera que no sean, también, los priistas que sigan el ejemplo de los blanquiazules y amarillos y se pongan, de la misma manera, en el plan de entrar y no moverse de Palacio de Gobierno, hasta en tanto no vean los billetes en la mano.

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PARA QUE SE HAGA historia, algo tiene que suceder y si estos sucesos son importantes, mejor.

Así es como ha sucedido en Veracruz, especialmente en Palacio de Gobierno, donde reside el Poder Ejecutivo del Estado, cuyas oficinas han sido tomadas por alcaldes de extracción perredista y panista, exigiendo el pronto pago de sumas millonarias por concepto de participaciones federales que fueron retenidas por instrucciones de Javier Duarte de Ochoa, quien fuera Gobernador del Estado, en funciones y que ahora con licencia, se encuentra prófugo de la justicia.

El hecho es completamente inédito, como inédito es todo lo que ha estado sucediendo en la entidad veracruzana, como es el caso de la decisión de un gobierno de dos años, una participación política de personajes con el mismo apellido, un saqueo histórico que ha rebasado cualquier consideración, un Gobernador en fuga, una elección ganada por el PAN, una elección perdida por el PRI, una legislatura en duda, un estado fallido, un Gobernador corrido de su propio partido, varios diputados federales en entredicho y mucho más que ha cobrado suma relevancia en la vida política de Veracruz.

Y lo más difícil de creer es que los propios habitantes de la entidad, hayan perdido la capacidad de sorprenderse y que por lo tanto, comiencen a tomar la decisión de dejar hacer, dejar pasar, pues hasta este momento no hay indicios de que el mismo pueblo quiera exigir al gobierno federal, que tome cartas en el asunto, ya que en este momento todavía no se ve la definitiva decisión de intervenir, primero con la localización del Gobernador, en fuga y segundo que ordene la confiscación de bienes y recursos económicos que se encuentren en disposición de ser regresados al erario estatal o federal, y ya por tercer punto, ordenar el rescate financiero del gobierno del Estado, para que éste cumpla con los compromisos institucionales y se evite una mayor conflagración política en la entidad.

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ALBERTO SOSA HERNANDEZ, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura, ha anunciado su sexto informe de labores, al frente del Poder Judicial del Estado, con lo que se desechan los rumores que se esparcieron la semana pasada por una salida anticipada de su puesto.

Efectivamente, hubo un momento en que se encendieron las luces que alertaban sobre una posible solicitud de licencia, cuando faltan, solamente, treinta días para que concluya este sexenio, durante el cual le correspondió al oriundo de Lerdo de Tejada, ser el responsable de la administración de la justicia en Veracruz.

Con el informe que presentará se esfuman todas aquellas consideraciones sobre su separación, toda vez que esto garantiza que el Magistrado Sosa Hernández, permanecerá cumpliendo con la responsabilidad de vigilar que la ley se cumpla en la entidad veracruzana, mediante una impartición justa, donde cada quien obtenga lo que le corresponde y nada más.

Y es que los acontecimientos recientes de las manifestaciones sindicales, dieron lugar a que se comentara sobre una posible salida en razón de no poder resolver los asuntos pendientes relacionados con recursos económicos que se les adeudan a los trabajadores.

Sin embargo, esta ni otra ha sido una razón como para no enfrentar los compromisos y se afirma, por lo tanto, la permanencia en su cargo-

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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