*A rio revuelto… Camelot.

LAS MALAS NOTAS

En todos los noticieros y diarios seguimos liderando los vientos malos. Miguel Angel Yunes Linares, gobernador electo, asegura en Milenio que la deuda de Veracruz supera los 100 mil millones de pesos. El secretario de Hacienda, José Antonio Meade, en El Universal, descarta rescate financiero a Veracruz. Los columnistas se dan vuelo. Carlos Puig, Raymundo Riva Palacio, Georgina Moret, Pérez Gay, Jorge Fernández, Marín y otros más, de los picudos, arremeten contra la fuga de JDO. La revista Proceso le da seguimiento. Ah que mundo este el nuestro, a ratos le da uno la razón a Mark Twian, cuando dijo: “Hay veces en que deseo sinceramente que Noé y su comitiva hubiesen perdido el barco”.

EL ASCENSO DE LOS ZAIRICK

Hace unos días, no muchos, haciéndole al Walter Mercado que todos llevamos dentro, por futurista, comenté que el panorama político de Orizaba se abría a los jóvenes políticos de apellido Zairick. A Alejandro y Daniel, que el prurito de la política los ha llevado adonde ahora están, saboreando el triunfo de su candidato, Miguel Angel Yunes Linares, que gobernador será por solo dos años, tiempo muy corto para grandes proyectos que requiere Veracruz. Va a encontrar un tiradero, un cochinero, un desierto en todos los aspectos y, más aún, sin dinero, que es lo ‘pior’, diría Minga, una gente de mi pueblo. Escribí que era el tiempo de ellos, que seguro formarían fila para ser candidatos a lo que se avecinara. Supe que a Alejandro Zairick Morante, Miguel Angel Yunes le encargó fichas y curriculums de hombres y mujeres quienes podían ir con él en este gobierno, en esta zona, en este par de años. Y han entregado la lista. Lo que ocurre es que, al entregar la lista, el choleño Yunes Linares le dijo que Alejandro va con él a Desarrollo Económico, y su primo Daniel Zairick Aboumrad, que comience a trabajar para ser candidato a la alcaldía de Orizaba. Los dos le entraron a la política. Uno llegó a diputado local y el otro se quedó en la orilla. Pues allí están ya, como la Puerta de Alcalá, esperando y viendo pasar el tiempo.

MALGRÉ TOUT

Uno puede fisgonear por Ciudad de México (CDMX). Caminar sus calles históricas. Sus callejones que datan del tiempo de la Colonia, tierra que vio majestuosa la fusión de dos razas que llegaron, como aquella estación de radio 6.20, para quedarse. Así lo hice hace poco. Comencé mi periplo caminero por Reforma, en la glorieta de Cristóbal Colón. A pie, con clima como si fuera de otoño encaminé mis pasos hacia la esquina donde bifurcan varias avenidas, Juárez entre ellas. Paso por Reforma 10, allí donde Regino Díaz Redondo -el golpista traidor que sirvió de mantel para asestar el golpe mortífero al diario Excélsior, orquestado por la furia de Echeverría al maestro Julio Scherer-, una vez pasó por la calle y le dijo a su hijo pequeño, cuando vio encendida las luces de la dirección, que allí estaba trabajando el mejor periodista de México, al que luego traicionó como un vil crápula. A la vuelta, a pocos pasos, el otro diario que también es nacional. Frente, uno vislumbra la escultura del Caballito, del afamado Sebastián (Enrique Carvajal), chihuahuense, donde dormitan y cobran sus quincenas en lujosas oficinas los adormilados y flojos senadores de la República, algunos, Pepe Yunes es chambeador y no es de esos. Iba rumbo al Sótano, una librería de muchos libros. Al caminar la avenida Juárez, que un día se llamó Corpus Christi y que, al triunfo de los calzonudos revolucionarios, cambió su nombre por el de benemérito Benito Juárez, el mejor hombre que este país haya parido, uno pisa la historia colonial de ese bello centro histórico. Escrito mi relato, alguien me dijo que debí haber ido a asomarme a ver la Malgré Tout, esa escultura mexicana de Jesús Contreras, cuyo nombre significa ‘A pesar de todo’, y ese a pesar de todo fue porque el hombre no contaba con un brazo, y la esculpió como pudo, con su talento de artista minusválido. Cuando todos pintaban charros y mexicanos tirando la hueva bajo un nopal, Jesús se atrevió y se enfrentó a los escultores franceses. Ganó el Gran Premio de la escultura (Paris, 1900) y fue condecorado con la Gran Cruz de Caballero de la Legión de Honor, por los mismos franceses. Esa escultura, Malgré Tout, representa a una mujer desnuda, encadenada y tendida en el piso. Algunos dicen que la de la Alameda es una copia y que la original está en el Museo Nacional de Arte de la ciudad de México.

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