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Excélsior

El próximo martes 8 de noviembre de 2016, los ciudadanos estadounidenses llevarán a cabo las votaciones que elegirán al futuro huésped de la Casa Blanca; por un lado, Hillary Clinton representa al Partido Demócrata y, en contra parte, el empresario Donald Trump erige a la facción republicana.

Los grados de popularidad de cada candidato es distinta dependiendo del estado; en el país vecino del norte existen entidades con claras preferencias conservadoras, raciales, pluriculturales y abiertas: lo que causa controversia es conocer las inclinaciones políticas de los ciudadanos de cada región.

Virginia es uno de los estados clave: según las últimas encuestas, el 48 por ciento de sus habitantes aseguran que votarán por la coalición demócrata, es decir, por Hillary Clinton; Terence Richard «Terry» McAuliffe es el actual gobernador y, de igual forma, es copartidario de la exsecretaria de Estado.

Iowa, en contraste, arrojó preferencias republicanas con un 42 por ciento sobre 40 de los demócratas; en este estado la población es mayoritariamente blanca, de ascendencia alemana, con una actividad económica rural y de costumbres conservadoras; su actual gobernador es el republicano Terry Branstad.

Ni de aquí ni de allá: Florida es un estado competitivoswing state—: los puertorriqueños representan casi al 12 por ciento de la población estatal; se estima que hay 300 mil, y 80 mil de ellos están registrados para ejercer el voto; los boricuas son una de las comunidades latinas con más abstencionismo en los Estados Unidos”.

Susan McManus, de la Universidad del Sur de Florida, dijo que los isleños que se mudan a Florida luego de residir en el noreste de Estados Unidos, tienden a votar por demócratas; pero los registros muestran que muchos caribeños que llegan directamente desde su país, votan por republicanos, como Richard Lynn «Rick» Scott, actual gobernador.

Colorado se inclina por un corto margen hacia los demócratas (44 vs. 40 por ciento), lo que se ve reflejado en su mandatario: John Hickenlooper; asimismo, New Hampshire también es administrado hoy por la demócrata Margaret «Maggie» Hassan y, en números, 46 por ciento contra el 41, apoya a la chicaguense Hillary Clinton”.

Otro estado clave es Ohio —ningún presidente en Estados Unidos ha ganado las elecciones sin tener a Ohio de su lado—, y según las encuestas hay un 47 por ciento de habitantes a favor de las políticas de Donald Trump, frente a un 44 que le pertenece a su rival.

Por último, el estado de Nevada es «cerradísimo»: 45 por ciento contra el 44, a favor de Hillary… Así que ya lo sabes: de los estados mencionados, Virginia, Colorado, New Hampshire y Nevada parecen tener predilecciones demócratas; mientras tanto, Iowa, Florida y Ohio apoyan a Donald Trump… Pero el cuento no termina ahí.

El Colegio Electoral.

Está compuesto por compromisarios —persona por quien los electores se hacen representar para una competencia presidencial—: los ciudadanos norteamericanos no votan directamente por su presidente y vicepresidente, sino que mandan su sufragio a los integrantes del Colegio: en Estados Unidos, el voto popular no elige al mandatario.

Los electores son libres de votar a favor de cualquier candidato a la Casa Blanca, pero en la práctica se comprometen a elegir candidatos específicos; el colegio electoral se compone de 538 miembros, y cada estado tiene un número de electores igual al número de sus senadores y representantes en el Congreso de los Estados Unidos:

Virginia, 13 votos electorales; Colorado, nueve; New Hampshire, cuatro; Nevada y Iowa, seis cada uno; Florida, 29; y Ohio, 18: un candidato debe ser acreedor de un total de 270 votos electorales para fungir como representante de los Estados Unidos”.