HASTA AYER por la mañana, el Estado de Veracruz, se mantenía en las mismas condiciones de intranquilidad social, política y económica, principalmente, generadas por los grupos políticos, organizaciones sindicales y sociales, así como del sector privado, que requieren el pago de sus correspondientes recursos.

Marchas, plantones, manifestaciones airadas, y un evidente caos vial, era la imagen de la capital veracruzana.

A través de los medios, se seguían conociendo los dimes y diretes, los enfrentamientos políticos y el desbarajuste gubernamental en que dejó al Estado, el Gobernador, todavía con licencia, Javier Duarte de Ochoa.

Un proceso de entrega-recepción, suspendido desde hace quince días y un bochornoso espectáculo político, que continuaba en Palacio de Gobierno, como una especie de insulto a los propios veracruzanos, que ya en este momento, no entienden nada.

Las investigaciones en torno al daño patrimonial de Veracruz, seguían realizándose y por cuanto a las denuncias que se acumulan cada veinticuatro horas, seguían sorprendiendo a todos, tanto propios como extraños y con la mira de los actores políticos nacionales y extranjeros.

Nuevos acontecimientos, principalmente ayer por la mañana, abonan la incertidumbre que pesa sobre Veracruz, pues por una parte y en la Secretaría de Finanzas y Planeación, Clementina Guerrero, del equipo de transición de Miguel Ángel Yunes Linares, Gobernador electo, asumía la titularidad de dicha dependencia, donde era el mismo Ejecutivo Estatal interino Flavino Ríos Alvarado, quien le tomaba la protesta y se adelantaba la toma del poder político y financiero del futuro mandatario estatal.

Pero, lo que llega a aderezar, todavía más, los acontecimientos políticos, es la entrega de un documento dirigido al congreso local, donde el Gobernador con licencia y prófugo de la justicia, Javier Duarte de Ochoa, hace saber, supuestamente, que deseaba regresar a la gubernatura, para concluir su gobierno en quince días, aproximadamente.

Desde luego, que este hecho, vino a desconcertar aún más a todos los veracruzanos, así como al mismo ámbito político estatal y nacional, donde hubo movimientos inesperados por la noticia.

Hasta ayer, el Congreso local, no daba por legítima la firma del Gobernador, con licencia, Javier Duarte de Ochoa, en el documento, por lo que se consideraba un verdadero chiste de mal gusto, ya que nadie, en su sano juicio, podía creer tal cosa, salvo que Duarte de Ochoa, de verdad quisiera ponerse a disposición de las autoridades que lo reclaman, posteriormente, al vencimiento del término constitucional que le corresponde para gobernar en Veracruz.

En el Congreso, no se dio por legítimo el documento, que se afirma, fue entregado por un familiar del propio gobernante con licencia, hasta en tanto no se tengan las constancias de su veracidad.

De cualquier manera, el hecho, corrió como reguero de pólvora, luego de que se dio a conocer y donde las redes sociales, tuvieron nuevamente, una gran participación haciendo circular, tanto la noticia como el mismo documento.

No llegó al congreso, en forma adjunta, ningún video que pudiera respaldar el aviso del Gobernador con licencia, donde explique la razón de su regreso y de que manera se haría, por lo que resultaba, así lo explicaron varias fuentes del congreso y fuera de él, como un mero “borrego” que se genera al margen de las condiciones que se viven en el Estado de Veracruz, pero principalmente dentro del gobierno.

Con estos hechos, Veracruz, amanece este día, más desconcertado que nunca, viviendo, a cada paso, a cada hora, un nuevo acontecimiento político enmarcado en “ lo nunca visto en la entidad”.

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LA LLEGADA DE CLEMENTINA Guerrero, a la Secretaría de Finanzas y Planeación, genera diversas reacciones en todo el ámbito político de Veracruz.

Se dijo, en principio, que se trataba de un acuerdo entre el Gobernador interino, Flavino Ríos Alvarado, y el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, con la finalidad de darle prioridad a la entrega-recepción, en dicha dependencia, donde existe el mayor interés del nuevo gobierno, para saber las condiciones en que se encuentra operando.

Pero surge, al mismo tiempo, la versión de que la federación había cedido en su intransigencia y había decidido enviar los recursos económicos suficientes para enfrentar la crisis financiera del Estado.

Esta sería una razón poderosa, porque el Gobernador electo, Miguel Ángel Yunes Linares, estaría tomando el control de los nuevos recursos, resolviendo en principio, el problema municipal que generó la toma de Palacio de Gobierno, y de la misma Casa Veracruz.

Sin embargo, no hay nada claro, porque la incertidumbre, forma parte, todavía, de todo lo que esta sucediendo en el gobierno del Estado, así como de su propia administración.

Lo que sí resulta claro, es que de alguna manera, el control del gobierno se ha entregado ya al futuro Gobernador, porque ya se encuentra en sus manos, la principal área de la administración, que es precisamente la Secretaría de Finanzas, donde se tiene conocimiento del problema económico de la entidad, así como el manejo de los pocos recursos que le quedan.

Aún así, Flavino Ríos Alvarado, sigue siendo el Gobernador interino, de Veracruz, hasta en tanto no se concluya con este gobierno, lo que, de alguna manera, es respaldado constitucionalmente.

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APAREJADA A ESTAS condiciones en que se encuentra la administración estatal, se acuerda con los alcaldes la desocupación de los inmuebles tomados, es decir, el Palacio de Gobierno, y la Casa Veracruz, coincidiendo en las opiniones ya generalizadas de que este problema no podía continuar, porque sencillamente, el afectaba al proceso de entrega-recepción, así como la llegada del nuevo Ejecutivo Estatal.

La desocupación era un hecho ampliamente conocido, porque el principal líder de los alcaldes que tomaron las instalaciones, es precisamente el hijo del futuro Gobernador, aunque, de acuerdo a los discursos que se han escuchado por ambas partes, parece haber de por medio cierta discrepancia política que podría llegar, incluso, a lo familiar.

De cualquier manera, Miguel Ángel Yunes Márquez, alcalde de Boca del Río, y quien lleva precisamente la batuta de los alcaldes en protesta, no podía obstaculizar el gobierno de su padre, por lo que ya se hacían las gestiones necesarias ayer por la tarde, para que hoy comience a trabajar, nuevamente, la burocracia del gobierno, en Palacio de Gobierno, para dar paso a la entrega-recepción al nuevo gobierno.

De esta manera, camina de la transición gubernamental en Veracruz, la cual, no se concretará, constitucionalmente, hasta en tanto el nuevo Gobernador de la entidad, no rinda la protesta de ley ante el Congreso local.

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Y MAÑANA, aquí nos encontraremos, si otra cosa no sucede.

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