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HuffingtonPost México

A Hillary Clinton la última vez que la vimos (para ser exactos el miércoles pasado) ya se le había borrado la sonrisa que, por estrategia o no, enseñó de oreja a oreja durante su campaña y en los debates presidenciales.

Después de perder contra Donald Trump en las elecciones del pasado 8 de noviembre, Hillary se había mantenido prácticamente en el anonimato. Sólo se dejó ver dos veces esa semana: la primera al dar su discurso de concesión y la segunda cuando una mujer se la encontró caminando y se tomó una foto con ella.

Sin embargo, Hill reapareció esta semana en la gala Children’s Defense Fund en Washington, muy diferente y notablemente demacrada. De hecho, hasta su discurso careció del ímpetu que la caracteriza.

Ha habido algunos momentos durante esta semana en los que todo lo que quería era acurrucarme con un buen libro o nuestros perros y no volver a salir de la casa», dijo a los asistentes al evento a beneficio.

¿Por qué Hillary llevó morado en su último discurso?

Y aunque en sus palabras resonaron mensajes como «crean en el país», «luchen por sus valores» y «nunca, nunca abandonen», definitivamente, no era la demócrata de antes la que estaba parada frente a su audiencia. A Hill ya le cayó el 20 de que no será presidenta.

Siguiendo aquel dicho de que la imagen dice más que mil palabras (aunque esta vez no aplicada a una foto), decidimos consultar a una especialista en imagen para que nos contara qué hay detrás de la Hillary tan decaída que vimos hace un par de días.

En esta ocasión, el mostrarse tal cual (sin peinado y maquillaje) fue totalmente intencional, parte de una estrategia, dando a entender que es como cualquier otra persona en el mundo que está pasando por un duelo. Una ciudadana más. Hecho que la mantiene aún más cerca de la gente», comenta Pamela Madero, consultora de imagen pública en La Consultoría, tras analizar el video del discurso.

Sin embargo, no sólo con su imagen mandó mensajes, también con sus gesticulaciones. «Tuvo varios gestos que los niños hacen cuando aceptan que hicieron algo. Sin embargo, ella no lo hizo desde la vergüenza, sino apenada. Tiene varios gestos de vulnerabilidad», asegura Pamela justo en el momento en el que Hill dice: «Sé que muchos de ustedes están muy decepcionados por el resultado de las elecciones. Yo también lo estoy, más de lo que pueda expresar».

Después de la tormenta… la primera foto de Hillary Clinton poselecciones

Otro punto que hay que destacar en los mensajes ocultos de Hillary se encuentra en su ropa. A diferencia del traje con solapas moradas Ralph Lauren que llevó en su discurso de concesión el 9 de noviembre, y que representaban la unión de los dos partidos, en esta ocasión regresó al azul, el color demócrata. «Azul, además de ser el color del partido demócrata es muestra de fidelidad (‘Sigo con ustedes’). Sin embargo, no eligió un azul brillante que la pudo haber rescatado de lucir tan apagada», agrega la experta.

Por último, y sobre su sonrisa, Pamela asegura que este es un recurso bien conocido de Hillary y que, durante su campaña, recibió asesoría personal para esto: «la sonrisa es una herramienta que usa siempre que está vulnerable. En los debates con Trump siempre sonreía justo antes de empezar a enojarse, para ayudarse a mantener la calma».

Aunque es obvio que Hillary está decepcionada por el resultado final de la elección y seguro se siente totalmente derrotada, parece que, al mismo tiempo, está mandando el mensaje «véanme, todos estamos igual, pero sigo con ustedes».