La obra reseñada esta semana recrea un hecho real que ocurre en 1794 cuando se degüella a catorce religiosas carmelitas y dos laicas a su servicio, en los años del terror de la Revolución Francesa.

George Bernanos

Editorial Troquel

España, 1956

Es una obra de teatro del escritor francés Georges Bernanos (1888, París, Francia -1948, Nevilly-sur-Seine, Francia) que se basa en la novela La última en el cadalso (Die letzte am Schafott) de la escritora alemana Gertrud von Le Fort. En ella se recrea un hecho real que ocurre en 1794 cuando se degüella a catorce religiosas carmelitas y dos laicas, a su servicio, en los años del terror de la Revolución Francesa.

Viven en el monasterio de la pequeña localidad de Compiègne. Su delito es no querer dejar la vida religiosa. Fueron ejecutadas en Place du Trône-Renversé (Plaza del Trono derribado, actualmente Plaza de la Nación) en París. Y enterradas en fosas comunes en el cementerio parisino de Picpus. En 1906 fueron beatificadas por el papa Pio X.

Crónicas de la época cuentan que el 17 de julio de 1794, por la tarde, las carmelitas, una tras otra, subieron al cadalso. Lo hicieron con entereza cantando el himno Veni creator. Una a una recibió la bendición de la superiora, Teresa de San Agustín, ante de ser guillotinadas. Al final, ella entregó con igual dignidad su vida al Señor.

La obra de Bernanos es la que ha dado a conocer este hecho histórico, que pudo quedar inadvertido como sucedió con la muerte de otros sacerdotes, religiosos y religiosas que fueron victimados en tiempos de la Revolución Francesa. El texto es fruto de su madurez como dramaturgo y también su testamento literario.

En la obra, Blanca de la Force, una joven de familia rica, pide a su padre que la lleve al convento de Compiègne porque se siente llamada por Dios a la vida religiosa. La superiora piensa que no tiene vocación y que solo se trata de un capricho. No autoriza que Blanca emita sus votos.

La superiora solicita a la comunidad y al anciano capellán que a su muerte no se permita que Blanca profese. Así sucede, pero Blanca, que realmente tiene vocación religiosa, no se resigna y sigue insistiendo. Ella es fuerte y está preparada para enfrentar la situación.

Integrantes de un Comité Revolucionario violentan la clausura del convento para anunciar a las religiosas que ahora son solo ciudadanas. Y por lo mismo deben dejar sus hábitos y vivir en grupos, fuera del convento, de no más de dos personas, bajo la pena de guillotina en caso de no cumplirlo.

El Comité es duro con las religiosas, pero a Blanca, que no ha realizado los votos, le dice que está libre y puede regresar a su casa. Ella no acepta. Los revolucionarios se retiran y eso abre el espacio para que las carmelitas, las hijas de santa Teresa de Jesús, la grande, inicien un proceso de reflexión.

Las religiosas establecen unos diálogos que son sólo interrumpidos por insultos y el lanzamiento de objetos que les arrojan desde fuera. Las carmelitas afrontan con serenidad la posibilidad del martirio. Días después se hará realidad.

A Bernanos, esta obra le permite adentrarse a un tema que como creyente le importa: el misterio pascual, el paso de la muerte a la resurrección. Es un texto que redacta al final de su vida. Conecta con otros dos temas que trata a lo largo de su obra: la inocencia de los niños y la vitalidad de los jóvenes. (En 1968 leí la obra por primera vez. Me impresionó y marcó. Después vi la película).

@RubenAguilar