El asunto que nos tiene actualmente muy preocupados a todos los mexicanos o por lo menos así debería ser, ha venido tomando forma desde que el empresario, pero peligroso aprendiz de político Donald Trump anunció su candidatura para la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica.
Tema que se agudizo durante su campaña política, pero que lo hizo en forma exponencial, cuando ganó la elección. Momento de gran importancia tanto para los norteamericanos de todos colores, como también para los latinos que viven es ese país y también en sus naciones.
Pues todos los anuncios que hizo durante su recorrido por la Unión Americana, independientemente de lo agresivos hacia las mujeres, lo fueron también para los migrantes latinoamericanos y en especial para el grupo de mexicanos que laboran en ese país.
Acciones muchas de ellas que difícilmente podrá llevar a cabo, principalmente las de orden económico, ya que los intereses de ese país no lo dejarán actuar. Pero en otras, lamentablemente lo logrará, como son las que anunció de tipo racista. Pues una de las cosas que sacó a relucir la pasada elección, fue eso, precisamente, el racismo que impera en gran parte de la sociedad clase mediera y baja del país del norte y que ya comenzó a manifestarse con algunas acciones en escuelas, trabajos y otros lugares de ese país.
Pero independientemente de lo mucho o poco que logre cambiar o eliminar en el aspecto económico, nos afectará. Pues gran parte de nuestra economía depende del comportamiento que haya en el país al norte del Río Bravo. Y una de las acciones que tiene en mente iniciar, es la deportación de indocumentados hacia nuestro país. Acción que obviamente afectará la economía de todas esas familias en sus lugares de origen, la economía de esos lugares, pues de alguna forma incrementará el desempleo, lo que tendrá graves repercusiones a nivel nacional. Pues precisamente esos paisanos se fueron para allá, por la falta de trabajo en la población en donde vivían y como por desgracia para todos, tanto para los que estamos aquí, como los que regresarán, el país no está preparado para recibirlos y proporcionarles el empleo que necesitan.
Estamos a tan solo cincuenta y nueve días para que deje la Casa Blanca Barak Obama y se convierta en su inquilino Donald Trump, pues la fecha de su toma de protesta es el próximo 20 de enero del 2017 y aunque parece que el discurso del misógino Presidente Electo de los Estados Unidos de Norteamérica, se lo han suavizado los asesores que en materia política seguramente ahora tiene, las cosas para los que nacimos y vivimos al sur del Río Bravo no van a estar muy bien. Hay que estar preparados con lo que se tiene, inteligencia y encontrar la forma de contrarrestar las demencias de quién puede que sea, quien lleve al imperialismo norteamericano a la debacle, pues para comenzar ya dividió a la sociedad de aquel país y aún no toma posesión y lleva a cabo su primera acción. Hasta el viernes. noti-sigloxxi@nullhotmail.com (Fech. Púb. Miér. 23-noviembre-16)