En el marco de la creciente alarma en Argentina por la violencia de género, la localidad de Gualeguaychú decidió desterrar la elección de la Reina del Turismo, basada en los cánones de la belleza, para no alimentar la imagen de la mujer como un objeto al que se puede maltratar.
Gualeguaychú elegirá durante el verano austral de 2017 (enero y febrero) no a la más bella de las mujeres como su Reina del Turismo, sino a “representantes culturales” de ambos sexos que se “destaquen por su trayectoria, sensibilidad social y cultura general…ya sea que desarrollen actividades deportivas, artísticas o solidarias”.
Además, la municipalidad anunció que tampoco elegirá a una reina en los corsos de carácter popular que se celebran en coincidencia con los más tradicionales del carnaval. En su lugar, entregará el Premio Rony, que premiará “la alegría y la cultura carnavalera”. Este galardón puede ser ganado por hombres y mujeres indistintamente.
Para argumentar la decisión, el gobierno de la ciudad, 230 kilómetros al noreste Buenos Aires, recordó en su página web que la violencia de género es un problema en Argentina y ello “obliga a revisar nuestras prácticas, criterios y costumbres asociadas al modelo de mujer que representan”.
El secretario de Turismo, Gastón Irazusta, dijo a medios de prensa que “se decidió ampliar el espectro de los criterios de elección de la Reina del Turismo” ante la preocupación que suscita que diariamente se vean en los medios casos de violencia de género. En ese sentido, indicó que en la provincia de Entre Ríos, donde está Gualeguaychú, se produjeron en 2015 más de 240 casos de feminicidios, lo que llevó a replantear “pautas culturales” imperantes.
La Reina del Turismo es considerada la cara visible de Gualeguaychú en cualquier evento, según explicó el funcionario.
Las redes sociales reflejaron las opiniones enfrentadas de aquellos que consideraron la medida un avance en la defensa de la integridad de la mujer y los que la tildaron de exageración.
La usuaria identificada como Paula afirmó en twitter que “ahora, en vez de elegir a la reina de Gualeguaychú, se darán premios a la cultura. Mirá qué productivo es cambiar nefastas tradiciones”.
El usuario Hugo afirmó en tanto que, en la ciudad “en vez de desfilar en pelotas (desnudos) presentarán ensayos”.
Pero las autoridades locales consideran que presentar el cuerpo de la mujer como principal atracción choca con la normativa vigente del país, “que define a la violencia simbólica como la que a través de patrones estereotipados, mensajes, valores, iconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de la mujer en la sociedad”.
Agregaron que con la elección de la Reina del Turismo se alimenta una imagen de la mujer como objeto y fomentan criterios de belleza ligados a la cultura occidental en detrimento de otras culturas, además de que se sobrevaloran “la delgadez y la eterna juventud”.
La tradicional fiesta de elección de la mujer representante de Gualeguaychú tenía lugar en la temporada del famoso carnaval de esa ciudad, considerado el espectáculo a cielo abierto más importante y concurrido de Argentina donde destacan mujeres de impresionante físico y destreza para bailar.
La iniciativa abrió el debate acerca de si otras ciudades, como Mendoza, donde se elige a la Reina Nacional de la Vendimia, deberían seguir los mismos pasos.
El gobierno argentino reconoce que la violencia de género es un tema pendiente en el país.
Se calcula que una mujer es asesinada en promedio cada 37 horas en la nación sudamericana a causa de la violencia machista. Miles de argentinas se manifiestan desde hace años bajo el lema “Ni una menos” en reclamo de castigos más ejemplares para poner freno a los feminicidios y políticas que aseguren la protección del género femenino.
La relatora especial sobre violencia contra la mujer de Naciones Unidas, Dubravka Simonovic, elaboró recientemente un informe preliminar con duras críticas hacia Argentina por “deficiencias considerables para prevenir la violencia contra las mujeres y alertó sobre la falta de implementación de normas internacionales para asistir a víctimas de violencia de género.