Buen día apreciado lector:
Esplendoroso día el de ayer; bonito, soleado, domingo espectacular de un otoño esperanzador, para alegrar el alma al ir a la búsqueda del árbol navideño en las cercanías de La Joya o disfrutarlo en el centro de la capital xalapeña donde por primera vez en no se cuánto tiempo, el centro histórico se cerró por unas horas al tránsito vehicular, a fin de que muchas familias disfrutaran del baile y la música típica de los veracruzanos.
Qué gusto ver pasar a la gente con sonrisas en el rostro, incluso encontrar al presidente municipal Américo Zúñiga Martínez caminando en Enríquez por el antiguo Café de Chinos, tranquilo, relajado, recibiendo saludos de simpatía.
Esta vez el centro no se cerró por manifestantes inconformes contra los sinvergüenzas de malos gobiernos marcados por la deshonestidad, no, esta vez fue para ver a centenares de jóvenes y niños como mi sobrina Isabelita Guevara Aguilar, que incluso ha ido a hacerlo a Europa, bailar sones veracruzanos, especialmente el de La Bamba, vestidos a la usanza jarocha, y escuchar gritos de júbilo y alborozo, pero nunca, groserías ni mentadas de madre, como fue común hasta hace poco.
Bien por la idea de Doña Sara la Rectora de la UV, por su Dirección de Difusión Cultural, por el Tlen Huicani de mi paisano Alberto de la Rosa y obviamente por el Ayuntamiento de Xalapa. Eso está muy bien y ojalá lo sigan haciendo.
Por otra parte, tenemos nuevo gobernador. En él como cuando Jesús fue bautizado y salió de las aguas del Río Jordán se abrió el cielo y se escuchó la voz que decía “este es el hijo muy amado en el, que tengo puestas todas mis complacencias”, en este caso no es para tanto, pero después de lo que nos hicieron Fidel y Duarte la verdad muchos veracruzanos tienen puestas sus esperanzas en Miguel Angel.
Lo he escuchado en el taxi, ahora que viajo en este servicio después de que unos desadaptados me robaron mi coche a punta de pistola el 2 de noviembre por la madrugada.
Hay esa creencia, la gente le tiene fe a Miguel Angel Yunes Linares y éste hoy festeja su cumpleaños con el orgullo de haber sacado del poder a la tristemente célebre “fidelidad” y su hija “doña prosperidad” y procederá legalmente contra todos los involucrados.
Hay esperanza en que se recuperará el orden, así lo prometió Miguel en su campaña y está obligado a cumplir.
Que como decía don Agustín Acosta Lagunes, su amigo: Miguel no solo cumple años, también cumplirá su palabra empeñada.
¡Feliz cumpleaños Miguel Angel!
Tenga el lector una semana de paz y armonía.
gustavocadenamathey@nullhotmail.com